GRAND HOTEL OSLO BY SCANDIC * * * * *
Situado en la avenida principal, el Grand Hotel es una auténtica institución. Desde que el dramaturgo Henrik Ibsen tenía sus costumbres, el hotel cuenta con prestigiosos jefes de Estado, premios Nobel y figuras conocidas del mundo de la industria y del espectáculo. El hotel ha sufrido varias ampliaciones y reformas en los últimos años. La suite Nobel está reservada al titular del Premio Nobel de la Paz concedido cada año en Oslo. Justo detrás de la recepción, el salón de té Palmen es un remanso de paz de otro siglo cuyo silencio no está alterado de vez en cuando por las notas que desolan una joven araña. Pero es sobre todo en el bistrot Grand Café, punto de observación estratégica de la avenida Karl-Johan, que hay que ir. Ibsen tenía su mesa reservada cada día. Él y otros habituales ilustres, como pintores Edvard Munch, Fritz Thaulow y el escritor Bjørnson Bjørnson, han sido inmortalizados en un inmenso fresco al fondo de la sala por el pintor Per Krogh. Cada sábado, de a h, el Grand Café se transforma en la cena bailando y, cada domingo de mediodía a las h, en brunch jazzy. En la última planta del hotel, bajo una vidriera inclinada sobre las luces de la ciudad, se alza uno de los restaurantes más chic de la ciudad. En el sótano hay una discoteca.