RUTA DE POUÉBO A HIENGHENE
Esta es sin duda la carretera más bonita del territorio. Las aldeas y cabañas melanesias, construidas sobre el césped y en medio de los árboles frutales, se apoyan en la cordillera y se asoman a la laguna, que despliega sus increíbles tonalidades de azul. Las concesiones suelen estar rodeadas de hibiscos que siembran puntos de luz roja en un océano vegetal de colores verdes, múltiples y potentes. Los encuentros, incluso en coche, suelen estar salpicados por un gesto de la mano, un breve saludo de reconocimiento o una simple señal de bienvenida. Los bordes de la carretera están salpicados de pequeños puestos de autoservicio en los que se exponen productos artesanales (madera, piedra de jabón) o comestibles (plátanos, piñas, mangos, papayas, letchis, etc.). Los precios están escritos en carteles o en la parte inferior de las cajas que sirven de hucha para los pagos. Esta sorprendente práctica comercial se remonta a la época en que las tribus costeras comerciaban con las tribus de las colinas. La estrecha carretera, no siempre en muy buen estado, serpentea durante kilómetros entre el mar, las altas cumbres, las cascadas y la densa selva tropical (kaoris gigantes, araucarias de montaña, helechos...). El primer pico importante después de Pouébo es el monte Ignambi, de 1.311 m. Una vez pasado el pueblo de Yambé, la pista sigue el macizo del Monte Panié. La hermosa cascada y el monte Colnett (1.505 m), al norte, dan paso gradualmente al pico más alto de Nueva Caledonia, el monte Panié, que alcanza los 1.629 m.