Habitación doble desde 70 euros, con desayuno incluido.
A tiro de piedra del centro histórico de Luang Prabang, en un oasis de verdor y calma, el hotel Villa Maydou encarna la herencia de la cultura laosiana y su apacible modo de vida.
Noy, laosiana, y su marido, el francés Patrick, crearon el hotel Villa Maydou en 2005 en torno a un proyecto de restauración de 3 edificios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Ahora comprende seis edificios coloniales laosianos con 25 habitaciones de 2 categorías, Patrimonio y Tradición, así como una residencia privada "Maison Houng Chanh" con 3 habitaciones, salón, comedor, jardín interior con piscina, salón exterior y cocina, con capacidad para 6 personas.
El hotel Villa Maydou también dispone de una piscina con bar lounge, un restaurante y un salón de masajes muy agradable.
Gracias a su enfoque de desarrollo integrado, el Hotel Villa Maydou fue el único hotel de Luang Prabang que recibió 3 Estrellas en la importante encuesta sobre sostenibilidad realizada por Exotissimo Voyages en 2018.
Estaremos encantados de ayudarle a organizar todas sus excursiones para descubrir Luang Prabang, museos, tiendas, artesanos, restaurantes, festivales y sus alrededores, en barco, senderismo y mucho más.
También podemos encargarnos de sus reservas: actividades, trenes, vehículos y aviones, y de sus traslados.
Por último, también estaremos encantados de organizar sus eventos especiales en el hotel, como reuniones, cumpleaños, bodas, etc
Deléitese con nuestro desayuno casero, descubra la cocina gourmet laosiana y francesa en nuestro restaurante, disfrute de nuestros masajes tradicionales laosianos o explore la ciudad con las bicicletas que ponemos a su disposición gratuitamente... La calma y serenidad de nuestro jardín tropical invitan a relajarse y darse un chapuzón en nuestra piscina mientras se toma un cóctel.
Nuestro atento equipo le dará una cálida bienvenida y le aconsejará para que su estancia en Luang Prabang sea inolvidable.
Les chambres sont très agréables, spacieuse et très bien entretenu.
Le petit déjeuner est excellent, tout est fait maison !
Les plats proposés au restaurant sont variés et de grande qualité.
Le personnel est aux petits soins, mention spéciale à Maë !
La piscine qui permet de se détendre après une journée de visite, c’est la cerise sur le gâteau !
Un vrai petit coin de paradis à quelques pas du centre-ville ! En résumé, une villa magique, qu’il faut absolument découvrir, si vous passez par Luang Prabang…. ????