MARIENPLATZ
Una gran plaza cuadrada con dos ayuntamientos neogóticos y la Columna de María, erigida en 1638.
Marienplatz ("Plaza de Santa María") es algo más que la plaza central del casco antiguo de Múnich; es un lugar de encuentro y uno de los símbolos de la ciudad bávara, reflejo de siglos de historia, cargado de dimensiones políticas, culturales e identitarias muy queridas por los muniqueses, y siempre ha sido el alma de la ciudad de Múnich. Desde la fundación de Múnich en 1158 por Enrique el León, la Marienplatz ha sido el centro y el corazón de la ciudad. En ella confluían las dos vías principales, por lo que a lo largo de los siglos ha sido, y sigue siendo, decisiva para el desarrollo urbano. Durante la Edad Media sirvió de mercado de la sal. La plaza también se utilizaba como lugar de ejecución y para torneos de justas. También se utilizó como salón de recepciones festivas, por ejemplo durante las visitas del Emperador en lossiglos XVy XVI. No fue hasta 1481 cuando se derribaron los edificios de la plaza (incluida la capilla), creando un espacio abierto rectangular. Originalmente llamada Schrannen, la plaza pasó a llamarse Marienplatz en 1854, cuando el ayuntamiento decidió dedicarla a la patrona para escapar de una epidemia de cólera. A partir de 1888, los primeros tranvías circularon por la plaza. Durante la Segunda Guerra Mundial, la plaza fue duramente bombardeada. Muchos edificios quedaron destruidos y los barrios de alrededor sufrieron graves daños. Varios edificios se reconstruyeron de forma idéntica, mientras que otros se desplazaron varios metros hacia atrás para ampliar aún más el espacio. A partir de 1966, las obras de la nueva línea de metro cambiaron la fisonomía de la plaza, y la línea y la estación se terminaron en 1971. En la actualidad, siete líneas paran bajo la plaza, por lo que es prácticamente imposible visitar Múnich sin pasar al menos una vez por Marienplatz.
En la actualidad, esta gran plaza peatonal alberga los dos ayuntamientos, el antiguo y el nuevo, que dominan todo el espacio con su estilo neogótico, mientras que las fachadas barrocas y contemporáneas de los edificios de la alta burguesía compiten en elegancia y colorido. En el centro de la plaza se encuentra la Columna de María (Mariensäule), erigida en 1638 para celebrar el fin de la ocupación sueca durante la Guerra de los Treinta Años. De esta columna toma su nombre la plaza. La plaza solía albergar un mercado, pero se trasladó en 1807. En diciembre, la plaza está ocupada por el mercado navideño, que le confiere un ambiente cálido y festivo. Todos los días a las 11h y 12h, o a las 17h en verano, grupos de turistas se reúnen en la plaza para admirar el espectáculo de los autómatas que salen del famoso carillón para dar su demostración. Todos los edificios de la plaza están muy bien conservados, lo que la convierte en un lugar agradable de visitar y muy representativo de la historia de la ciudad. Al pasear por el casco antiguo de Múnich, se topará una y otra vez con la Marienplatz, centro neurálgico de toda la ciudad: es imposible perdérsela. Hay mucho que descubrir en el centro histórico de Múnich. Podrá pasear, comer, beber, ir de compras y admirar el nuevo ayuntamiento y su encantador carillón de 88 metros de altura. La plaza es también escenario de numerosos actos culturales y políticos. Si quiere hacerse una foto sin aglomeraciones, intente llegar al principio del día.