LAS SALINAS DEL CRÁTER

En el fondo del cráter todavía se encuentran salinas de las que se extraía sal tiempo atrás. Actualmente el turismo se ha apoderado del lugar y se puede nadar en él; incluso se ha convertido en una actividad muy popular ofrecida por muchas agencias de viajes de la isla.
Es una experiencia divertida que ya conocen aquellos que ya se han bañado en el mar Muerto. Es necesario pagar entrada ya que es de propiedad privada: un inversor italiano adquirió su exclusividad, lo que provocó una gran controversia entre los habitantes de la isla y el gobierno, al que acusaron de haber vendido los derechos de explotación de este patrimonio nacional.
No se olvide de traer zapatos para meterse en el agua ya que los cristales de sal son afilados. Aunque, justamente por el alto contenido de sal, se flota muy fácilmente; casi se puede sentar en el agua. Un baño de un mínimo de quince minutos es excelente para el reumatismo o los dolores de espalda. Los bañistas también la aprecian por sus cualidades exfoliantes: después del baño, la piel queda completamente limpia; puede tomarse una ducha por 110 CVE. También es posible darse un baño de lodo sulfuroso en la cuenca situada a la derecha de las salinas. Según los habitantes de la isla, va bien contra la artrosis y el reumatismo. Además, disponen de un servicio de masaje allí mismo o incluso puede recibir tratamientos de talasoterapia.
Por último, aunque no quiera bañarse, las salinas merecen una visita por la dureza del paisaje y sus colores (no olvide su cámara). Hay un spa, Salina Relax, que ofrece tratamientos con sal y masajes. También cuenta con un pequeño puesto donde se pueden comprar productos de belleza.