ÞÓRSMÖRK
El valle está enmarcado por las estribaciones de tres casquetes polares, con un escarpado acantilado que domina la franja costera.
La pista hacia Þórsmörk es muy difícil de recorrer debido a los numerosos vados en la llanura de arena aluvial de la desembocadura del Markarfljót. Asegúrese de llevar el vehículo adecuado
El valle está enmarcado por las estribaciones de tres casquetes polares: Myrdalsjökull al este, Eyjafjallajökull al sur y el más pequeño Tindfjallajökull al norte. Aquí, el volcán Eyjafjöll, que ha vuelto a despertar tras un letargo de más de 200 años, termina en un escarpado acantilado. Desde aquí, la famosa cascada Seljalandsfoss cae tan alto que se convierte en espuma. Hacia el mar, más allá de una vasta extensión de arena negra, se divisa a lo lejos la silueta de las islas Vestmannaeyjar.
La excursión más corta y popular es la de Tindfjöll. Pregunte al guarda forestal por el itinerario, pero tenga en cuenta que le llevará entre 4h30 y 6h dependiendo de su punto de partida (Langidalur o Húsadalur).
Si tiene tiempo, pruebe a subir al monte Valahnúkur (458 m), que no es demasiado agotador y ofrece vistas panorámicas de 360° de Þórsmörk, los glaciares Eyjafjallajökull y Tindfjallajökull y los ríos Krossa y Markarfjót. Tardará unas 2 horas. En el fondo del valle se encuentra Þórsmörk, el "bosque de Þór", el famoso dios guerrero de la mitología nórdica. En la época de la colonización, Islandia estaba cubierta de bosques, desde la costa hasta las montañas. Aquí, a partir de Goðaland, la "tierra de los dioses" se eleva como abedules. Un verdadero esplendor que le dejará recuerdos imborrables.