ISOLA BELLA
Isla ajardinada en un pequeño afloramiento rocoso rodeada de increíbles jardines barrocos.
Este pequeño espolón rocoso de 320 metros de largo fue sin embargo un simple pueblo de pescadores hasta mediados del siglo XVII... En efecto, sólo en esa época los Condes Borromeo, señores de la región, decidieron convertirla en una isla de placeres construyendo un complejo tan suntuoso como armonioso, el Palacio Borromeo, rodeado de sus increíbles jardines barrocos.
El conde Carlos III Borromeo se comprometió a transformar el islote en una isla jardín, un verdadero lugar de delicias, y rebautizó la isla como "Isola Bella", en homenaje a su esposa, Isabella d'Adda. La construcción del palacio monumental comenzó en 1671 y se completó, incluyendo todos los jardines, en 1671. El edificio se eleva de forma compacta en cuatro niveles en el extremo norte de la isla. Precedida por una hermosa escalera, alberga una grandiosa colección de obras de arte, la colección privada de la familia Borromeo. Entre la serie de suntuosas salas, destacan: el gran salón central, de planta circular y cubierto con una cúpula, con una impresionante altura de techo, la Sala de Música donde, en abril de 1935, tuvo lugar la Conferencia de Stresa entre Mussolini, Laval y MacDonald, y la Sala de Napoleón, donde Bonaparte se alojó con su esposa Josefina de Beauharnais en 1797.
Después de la visita, descubrirá la Galleria dei Quadri, también conocida como la Galería del General Berthier (un fiel seguidor de Napoleón), que alberga unos 130 cuadros maestros, y donde podrá admirar obras de grandes pintores italianos de los siglos XVII y XVIII.
En el sótano del Palacio, las famosas cuevas barrocas completan el cuadro. Fantasías muy de moda en el siglo XVII, están totalmente cubiertas de escamas de toba, conchas y mosaicos de guijarros negros y blancos en una estética típica de ese período. Siempre hay un poco de frescura en el verano.
Finalmente, se llega a los jardines después de pasar por la gran Galería de Tapices, cubierta con maravillosos tapices flamencos del siglo XVII. En el parque, que está dividido en diez terrazas que descienden hasta el lago en una caída de 37 metros, crecen plantas exóticas y raras. Entre fuentes, estanques y estatuas, en este hermoso jardín italiano, viven y se pavonean magníficos ejemplares de coloridos pavos reales y albinos, añadiendo magia a este ya sorprendente e inusual lugar. Cuando se llega a la isla en barco, la Isola Bella aparece como una nave mágica flotando en las aguas azules del lago. ¡El lugar es impresionante!
L'accès en ferry permet de la découvrir petit à petit.
Prenez le temps de l'arpenter, et bien évidemment de visiter le palais ainsi que les jardins, prévoyez le temps nécessaire car il y a beaucoup à observer, et on perd la notion du temps... J'ai adoré !!
Prendre un capuccino dans les jardins, très sympa !
Par contre le temps change vite, et les ferrys se remplissent (oui, j'ai pris l'orage ^^)
Mais il n'y a pas de mots pour décrire les jardins : nous les avons vus au printemps sous un grand soleil, c'est inoubliable.