BASÍLICA POLIRONIANA
Uno de los complejos benedictinos más importantes del norte de Italia, situado en Mantua.
Este vasto complejo religioso, antes monasterio y ahora basílica, ha sido durante mucho tiempo uno de los más importantes e influyentes de la región. Es uno de los complejos benedictinos más importantes del norte de Italia. Fue construido en 1077 por la influyente familia toscana Di Canossa (a la que pertenece la famosa Matilde de Toscana). Monasterio benedictino, su aspecto fue completamente rediseñado en la primera mitad del siglo XVI por Giulio Romano, arquitecto del Palacio Te y del Duomo de Mantua. A partir de entonces, la basílica adquirió un aspecto renacentista, con su lenguaje arquitectónico clasicista, la pureza de sus líneas y la armonía de sus proporciones. El descenso de Bonaparte a Italia en 1797 puso fin a la vida del monasterio; sus monjes fueron expulsados y sus riquezas saqueadas. No fue hasta unos treinta años después que la basílica recuperó su esplendor. Una interesante visita guiada (en italiano) permite recorrer la sacristía decorada por Giulio Romano, los tres claustros, el refectorio, los pisos superiores e incluso las bodegas. Una verdadera sucesión de habitaciones digna de un palacio. Cabe destacar un singular mosaico románico de 1151 en la capilla dedicada a Santa María, a la izquierda del ábside, que ilustra las cuatro virtudes cardinales; asimismo, el fresco que decora la enorme sala del refectorio se atribuye a Correggio. En general, la basílica es un verdadero joyero de obras de arte. Un pequeño museo conserva valiosos objetos religiosos.