BASÍLICA DE SAN MICHELE MAGGIORE
Lugar donde fueron coronados los reyes lombardos, los emperadores Carlomagno, Enrique II y Federico Barbarroja.
En el centro de la ciudad, a pocos pasos del Puente Coperto, esta basílica es el lugar donde fueron coronados los reyes de los lombardos, los emperadores Carlomagno, Enrique II y Federico Barbarroja. Su fundación se remonta a la época romana, pero su reconstrucción en el siglo XII la convirtió en una obra maestra del arte románico lombardo, entre las mejor conservadas de Italia. La importancia del edificio explica su fachada de arenisca rubia, y no de ladrillo rojo como era entonces la norma. Se admira la armoniosa composición del edificio, basada en líneas horizontales y verticales, así como la elegancia de la decoración esculpida alrededor de los portales. En el lado derecho, un hermoso dintel esculpido muestra a Cristo entregando un volumen a San Pablo y las llaves de la Iglesia a San Pedro.
En el interior, llaman la atención interesantes elementos arquitectónicos, entre ellos la cúpula sobre trompas, el coro elevado y el triforio (tribuna reservada a las mujeres) subrayado por frisos, así como hermosos capiteles esculpidos. El ábside está decorado con un hermoso fresco del siglo XV(Coronación de la Virgen), mientras que el brazo izquierdo del crucero conserva una joya de la orfebrería religiosa, el precioso Crucifijo de Teodoto, enteramente recubierto de tiras de plata (siglo X). No hay que irse sin admirar la cripta, jalonada de columnas con capiteles esculpidos cuyos fustes y piedras se diferencian entre sí. La gran variedad iconográfica de las decoraciones es sorprendente.