Guía de viaje Olomouc

Esta antigua capital de Moravia es, desde hace algunos años, una de las ciudades imprescindibles del país, tan sorprendente es su belleza, su dinamismo académico y su cálida acogida. Olomouc posee un riquísimo patrimonio arquitectónico: veintiocho iglesias, en particular, salpican la ciudad, así como siete magníficas fuentes y universidades en cada esquina. El encanto de Olomouc reside en gran medida en su trazado: la ciudad ha conservado su antigua distribución, con una mezcla de calles estrechas y plazas enrevesadas. El centro de la ciudad, concentrado en torno a la plaza Horní náměstí, está lleno de tesoros. El ayuntamiento, que domina la plaza, alberga el reloj astronómico, el único del país aparte del de Praga. La Columna de la Santísima Trinidad es visible desde que se entra en la plaza y, con sus numerosas estatuas y bajorrelieves, atrae la mirada y la curiosidad de todos. También se pueden ver aquí varias de las majestuosas fuentes de la ciudad. Esta gran plaza, casi peatonal, suele ser la primera parada de la visita. La plaza inferior, Dolní náměstí, con sus numerosos cafés, bares y restaurantes, se puede descubrir por la noche, animada y alborotada, especialmente en la calle Uhelná, descrita por los lugareños como la calle de la sed de Olomouc. Continuando por esta plaza, se llega a una zona más residencial formada por la calle Vídeňská. Merece la pena visitar las hermosas villas y jardines que se encuentran en el camino. El espacio verde de la ciudad, el parque Smenatovy sady, se encuentra un poco más al sur. Los amantes de la arquitectura disfrutarán de una visita al distrito universitario, que se encuentra al sur de la calle Komenského. Es como si todas las asignaturas que se imparten (filosofía, pedagogía, etc.) se hubieran instalado en uno de los bellos y coloridos palacios rodeados de hermosos patios. En el corazón de este encantador barrio barroco, el enorme Arsenal construido por María Teresa salta a la vista y domina las dos plazas principales de la zona. Enfrente, el edificio central de la universidad sigue abarrotado de estudiantes. Junto a él, el Palacio Arzobispal de Olomouc fue en su día el centro del poderoso poder espiritual y temporal. Una ciudad con un patrimonio histórico, religioso y arquitectónico especialmente rico, pero que no debe hacerle olvidar la parada gastronómica obligatoria: aproveche su estancia para degustar el tvaružky, un queso más fuerte que el de Córcega, ¡y que va tan bien con la cerveza!