VILLA TUGENDHAT

Una visita obligada en Brno, aunque no es la más fácil de organizar. Como la villa es patrimonio de la Unesco, las visitas guiadas con grupos de 16 personas a la vez se llenan rápidamente. A menudo es mejor reservar con mucha antelación, a veces varios meses antes de la fecha prevista para la excursión si ésta cae en la temporada alta de turismo. En cuanto conozca las fechas de su estancia en Brno, diríjase a la taquilla para reservar su franja horaria. Tenga en cuenta que la toma de fotografías tiene un coste adicional y que los tacones no pueden dañar el suelo.

Construido en 1929-1930 por el arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe para el matrimonio Tugendhat, es una obra de arte funcional, única en su construcción, mobiliario y disposición espacial. La arquitectura fue vanguardista para su época y se integra en el entorno de un parque que, aunque ha perdido parte de su superficie, ha conservado la planta que destacaba la villa en las alturas.

La visita dura una hora o una hora y media, según el recorrido que elija, y será más o menos extensa. El largo recorrido le permitirá ver la sala de calderas y los sistemas de ventilación del sótano, enormes salas de máquinas que hoy parecen desproporcionadas pero que estaban en la cima de la tecnología de la época.

En el tronco común de las dos visitas, entraremos en la entrada y los dormitorios con muebles de época en la misma línea que la casa. Pero es la sala de recepción lo más destacado del espectáculo. Los enormes ventanales, que ya entonces funcionaban con cilindros eléctricos, proporcionan un baño de luz y calor que permite disipar el calor producido por el efecto lupa. En el lado del salón, uno sueña con sentarse en una de las dos filas de sillones Barcelona, mientras que en el lado del despacho, uno se asombra con el juego de luces a través de la titánica pieza de ónix que separa ambos espacios. La pequeña sala de lectura parece bastante oscura en comparación, pero la zona del bar está llena de sorpresas La cocina, el lavadero y el tendedero también sorprenden por su tamaño y la modernidad de su equipamiento para su época. Los trabajos de restauración se han realizado perfectamente y, a pesar de los daños causados durante la guerra y luego durante la época soviética, la villa ha conservado todo su carácter y su capacidad de seducción. La salida es a través del parque, desde el que todavía hay unas vistas magníficas de este edificio único.