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Inaugurado en 1959, el mayor museo de la antigua URSS fue durante mucho tiempo el orgullo de un país que demostró a la humanidad escéptica la eficacia del "socialismo real". En la entrada principal de esta miniatura estalinista de la URSS, la imponente estatua del obrero y el koljósico (acero inoxidable, 25 m de altura, 75 t), erigida en 1936 para el pabellón de la Exposición Universal, marca el tono de este conjunto único. En un territorio de casi 300 hectáreas, unos 78 pabellones son otros tantos templos erigidos a la gloria de los logros de la Unión Soviética, desde la agricultura hasta la medicina, pasando por el espacio, la física, la química, la informática, el átomo... Muchos espacios verdes se extienden, los edificios están salpicados de bufetes y bares, pabellones construidos al estilo de las antiguas Repúblicas de la Unión, cuyos logros dan testimonio de los beneficios del comunismo en las naciones que sacó de la Edad Media y que están unidas por el principio de "amistad entre los pueblos". De acuerdo con la política de promoción de las nacionalidades, que tenía por objeto redescubrir el patrimonio de cada pueblo a fin de fusionar todas esas civilizaciones en la nueva cultura socialista, se trataba de introducir a los moscovitas en las particularidades de cada pueblo. Por lo tanto, cada nacionalidad mostró sus trajes tradicionales, su comida, etc., y los moscovitas tuvieron la oportunidad de descubrir las particularidades de cada pueblo. Todo está dominado por la enorme aguja de plata de 100 metros de altura del obelisco inaugurado en 1964, símbolo de la conquista del espacio de la que Gagarin fue el pionero. El pabellón del Cosmos, flanqueado por una reproducción del cohete que transporta el satélite Vostok en el que el primer cosmonauta de la historia, Yuri Gagarin, inauguró la era de los vuelos espaciales el 12 de abril de 1961, es el más grande y concurrido. Ahora que su papel como escaparate de la propaganda soviética ha sido superado, el parque se ha convertido en un lugar muy agradable para pasear. Puedes parar a tomar una copa en uno de los muchos pequeños cafés que hay a lo largo de los caminos y, si hace buen tiempo, puedes ir a dar un paseo en bicicleta.

Hoy en día, otro gran proyecto tiene por objeto rehabilitar este lugar mediante la construcción de nuevas salas de exposición, pero esta vez para el desarrollo de las relaciones económicas con los países de la CEI y las regiones de la Federación de Rusia.

Desde 2011, la entrada está nuevamente decorada con la impresionante escultura del trabajador y el koljósico, que dominaba el pabellón de la URSS en la Exposición Universal de 1937. Se enfrentó al pabellón y a las águilas nazis: ¿un presagio de la guerra que se avecina?