PABELLÓN Y JARDÍN DE BRIGHTON (PABELLÓN REAL)

Este suntuoso y sorprendente edificio del centro de Brighton fue idea del excéntrico príncipe y futuro rey Jorge IV. Originalmente una simple granja, el edificio fue comprado por él para transformarlo en una villa clásica, donde ofrecía grandes recepciones. Pero no fue hasta que se convirtió en regente cuando pensó en grande, y las cosas adquirieron su escala actual. Encargó al arquitecto John Nash el diseño de un inmenso palacio inspirado en la India, ya que Asia era una fascinación en la época de la regencia inglesa. Las obras del palacio se llevaron a cabo entre 1815 y 1822, y sigue siendo el hito indiscutible de la ciudad, junto al muelle del paseo marítimo.

Sin duda, los visitantes se maravillarán ante la desbordante imaginación del decorador y arquitecto, que llevó la fantasía al límite. En el interior, uno cree encontrarse en un palacio de cuento de hadas: columnas, barandillas de bambú, rieles de cortinas con serpientes marinas, una gigantesca chimenea coronada por palmeras doradas, muebles lacados, esculpidos y con incrustaciones de nácar... Las palmeras de la gran cocina hacen juego con los dragones del papel pintado de la sala de música, donde tocaba Rossini.

El salón de té del Pabellón Real, en la planta superior, es un café excéntrico y sofisticado, con un balcón soleado cuando hace buen tiempo con vistas a los jardines del Pabellón Real. Es una visita obligada cuando se está en Brighton.