DOVER CASTLE

Símbolo de la pequeña ciudad de Dover, es uno de los castillos más impresionantes de Gran Bretaña. Junto con los legendarios Acantilados Blancos, es una visita obligada en la zona. Erigido en los acantilados por los sajones, el edificio fue remodelado bajo Guillermo el Conquistador, antes de que Enrique II reconstruyera las fortificaciones en el siglo ^XII, dándole su forma actual. Su torre del homenaje, las enormes murallas que la rodean y los pasadizos subterráneos hacen de ella un coloso extraordinario, cuyo interés va mucho más allá de su herencia medieval. También hay un pequeño museo militar, interiores reconstruidos y la cima de la torre central con sus impresionantes vistas panorámicas sobre Kent y hacia Francia. Pero el punto culminante de la visita no procede necesariamente de la Edad Media, sino de la Segunda Guerra Mundial. Idealmente situado para la Batalla de Inglaterra, el castillo de Dover desempeñó un papel destacado en los conflictos e incluso sirvió de cuartel general, sobre todo durante la Operación Dinamo, que supuso la evacuación de las tropas de Dunkerque en 1940. No se pierda la oportunidad de explorar los túneles militares, con visitas guiadas programadas durante todo el día. También puede explorar el hospital del mismo modo. En el resto del recinto, no deje de visitar el puesto de mando de la Primera Guerra Mundial y, sobre todo, las dos obras maestras del castillo: la capilla sajona de Santa María en Castro y el Faro Romano, que data de la invasión del país en el año 43 d.C.