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Se acercan las fiestas navideñas y con ellas las ganas de tomarse unos días de descanso para ver qué pasa en otros lugares. En Europa, muchas ciudades se engalanan con sus mejores decoraciones y ofrecen eventos especiales para las fiestas. Es el caso de Figueres, una ciudad del Alto Ampurdán español que no puede ser ignorada. La ciudad en la que nació y murió el gran Salvador Dalí está siempre dispuesta a acoger a los visitantes que vienen a disfrutar del animado ambiente de sus calles de arquitectura catalana, así como de sus tiendas, restaurantes, museos, patrimonio y gastronomía. Y durante la Navidad, Figueres se ilumina siempre para celebrar al artista de renombre internacional que siempre tendrá un lugar especial en la ciudad. He aquí 10 experiencias para disfrutar en un viaje que seguro que le dejará buenos recuerdos

1- Pasar un tiempo de compras en el centro de Figueres

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Durante un paseo por la Rambla, aprovechamos el ambiente especial de fin de año para parar en un café y calentarnos con una bebida caliente. Alrededor de este eje principal, los visitantes recorren las típicas calles catalanas para descubrir las distintas tiendas y dar un capricho a sus seres queridos. Desde tiendas locales hasta marcas internacionales, los comerciantes están disponibles para informar y asesorar a los visitantes. Ropa, zapatos, joyas, decoración, gastronomía, todo se puede encontrar en la amplia zona comercial de Figueres. El mercado, situado entre la centenaria Plaza del Grain y la Plaza de Catalunya, es otra de las visitas obligadas durante una sesión de compras para abastecerse de verduras, frutas y especialidades ibéricas. Se celebra los martes, jueves y sábados por la mañana. Y luego, ya que la Navidad se acerca, no te pierdas el mercado navideño que toma la Rambla. Artesanía, golosinas, árboles iluminados, el ambiente es siempre agradable

2- Disfruta de las luces navideñas de Dalí

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Durante el periodo navideño, Figueres se llena de luces para iluminar sus calles, fachadas, patrimonio e interiores de los comercios, haciendo que los ojos de grandes y pequeños se llenen de estrellas. Además de sus decoraciones tradicionales, la ciudad se adorna ahora con iluminaciones que rinden homenaje a Salvador Dalí. A título informativo, el artista colaboró de 1958 a 1976 con un laboratorio farmacéutico para crear tarjetas de felicitación para clientes y empleados. La iluminación navideña daliniana incluye el árbol de Navidad, un elemento clave de este antiguo proyecto. Hoy en día, salpican el ambiente de las fiestas de fin de año con toques surrealistas, y pueden descubrirse con ocasión de visitas libres o guiadas

3- Visita al Teatro-Museo Dalí

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Es difícil imaginar un viaje navideño a Figueres sin visitar el Teatro-Museo Dalí, un monumento diseñado por el propio genio surrealista. Espacio dedicado al artista catalán, su increíble arquitectura exterior es el primer detalle que llama la atención. En su interior, alberga numerosas obras del niño mimado de la ciudad, que representan los periodos inicial, surrealista y clásico. Tampoco hay que perderse el espacio donde se exponen más de 40 piezas de joyería creadas por el propio Dalí. Tanto si se opta por una visita guiada como si no, descubrir el Teatro-Museo Dalí es siempre un momento fuerte en una estancia en Figueres. Y esto es así independientemente de la temporada. Para su información, Salvador Dalí está enterrado en el museo, en una cripta con cúpula de cristal

4- Ir al Castillo de Sant Ferran

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Con una superficie de 32 hectáreas, el Castillo de Sant Ferran es un edificio notable que ver en Figueres. Data del siglo XVIII y es el mayor baluarte de Europa. Imagina por un momento que pudiera albergar hasta 4.000 soldados reunidos para defender el territorio catalán. La mejor manera de entender su historia, sus especificidades y su importancia es seguir a un guía y dejarse arrullar por su información. Otra experiencia que se ofrece a los visitantes en el Castillo de Sant Ferran es la llamada Catedral del Agua. Consiste en un paseo en 4X4 por el foso hacia las galerías subterráneas, seguido de un paseo en una barca hinchable en los depósitos del fuerte. Una forma divertida, pero muy cultural, de disfrutar de un edificio declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico.

5- Participar en rutas culturales

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Un viaje a Figueres por Navidad es una oportunidad para participar en varias rutas patrimoniales. Una de ellas permite seguir los paneles decorados con una hormiga y visitar los lugares vinculados al artista Salvador Dalí. También disponible como visita guiada. Otra consiste en tomar un guía para descubrir las plazas y los edificios nobles y singulares que más historia revelan en Figueres. Una ruta que también lleva a los visitantes en un viaje a través de los diferentes estilos. Por último, la ruta del Cementerio de Figueres permite pasear y descubrir un lugar con increíbles tumbas construidas y decoradas por grandes arquitectos y artistas catalanes. Albergan figuras de la historia de Figueres. El paseo le lleva a una época entre finales del siglo XIX y la Guerra Civil. Hay una audioguía disponible en el smartphone, tras escanear un código QR en la entrada

6- Hacer visitas guiadas

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¿Qué mejor manera de descubrir los secretos de Figueres que participando en visitas guiadas? Como hemos visto, permiten descubrir los misterios del Castillo de Sant Ferran, los lugares vinculados al artista Salvador Dalí, la decoración navideña inspirada en el artista, y también adentrarse en monumentos clave como la Iglesia de San Pedro. La visita guiada permite descubrir los diferentes espacios del edificio y disfrutar de una increíble vista de Figueres desde el campanario. Siempre es conmovedor saber que la iglesia ha sido testigo de grandes acontecimientos en la historia de la ciudad: desde los bombardeos de la Guerra Civil hasta el funeral de Dalí y una boda real.

7- Descubrir el Alt Empordà

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Una estancia en Figueres durante las fiestas es una oportunidad para recorrer las carreteras de la bella comarcadel Alt Empordà. Esta zona del extremo noreste de Cataluña ofrece los placeres del senderismo en la montaña, con la presencia del macizo de las Alberes. También esperan al visitante bellas localidades costeras, como Portbou, Roses, Cadaqués, con sus restos históricos y la casa de Dalí, o Sant Martí d'Empúries, con su arquitectura medieval. ¿Y qué decir de las excepcionales vistas marinas que ofrece el Parque Natural del Cap des Creus? Para los amantes de la historia, está el increíble yacimiento arqueológico de las ruinas de Empuries. El Alt Empordà también es una zona que se puede recorrer en bicicleta. Sobre dos ruedas, podrás disfrutar descubriendo los bellos paisajes y la flora y fauna de los pantanos del Parque Natural de los Aiguamolls de l'Empordà.

8- Sentarse a la mesa del restaurante

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Dado que la Navidad es la temporada de la comida reconfortante, un viaje a Figueres es una oportunidad para descubrir los restaurantes que pueblan el centro de la ciudad. La oferta culinaria es variada y se basa en gran medida en la auténtica tradición gastronómica del Alt Empordà. Desde platos de carne en salsa del interior hasta pescados y otros sabores mediterráneos de la Costa Brava, hay para todos los gustos. Una cocina cuyo alimento básico es el delicioso aceite de oliva DOP producido en las almazaras de la región de forma tradicional. Por supuesto, los platos pueden ir acompañados de una copa de vino. La D.O. Empordà tiene la ventaja de ofrecer una amplia gama de sabores y notas.

9- Disfrutar de multitud de actividades en familia

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La época navideña es el momento de disfrutar de las reuniones y los momentos compartidos con la familia. Figueres es un dulce destino familiar. Una ciudad en la que se puede disfrutar de un paseo por el centro antes de ir al parque arbolado, un auténtico pulmón verde. Es un lugar perfecto para observar la vegetación, dar un paseo y detenerse en las zonas de juego de los niños. Otro día, la visita al Museo del Juguete permite descubrir más de 4.000 objetos, algunos de los cuales pertenecieron a personajes famosos. Desde soldados de juguete, juguetes de madera y triciclos hasta fotos antiguas de niños con sus juguetes, la visita sorprenderá a todos los miembros de la familia. Y para los excursionistas, hay muchos caminos para descubrir los alrededores, como el que bordea el río Manol.

10- Consultar el calendario cultural

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Figueres está llena de eventos durante todo el año, en diversos ámbitos. Por ello, no hay que dejar de consultar la agenda cultural durante un viaje a la ciudad catalana. Si en verano a la feria del vino del Empordà le siguen los festivales de Figueres ES Mou (danza) y Acústica (música), el invierno también tiene su cuota deeventos que no hay que perderse. Todos los terceros sábados del mes, la feria de antigüedades llena la Rambla de puestos con libros, discos, muebles y otros objetos. Es un buen augurio para la temporada de regalos.