MUSEO NACIONAL
Este gran edificio se construyó en 1999 por el módico importe de 40 millones de dólares. Consta de tres plantas coronadas por una gran cúpula central, todo de madera y vidrio.
La visita comienza por la sala de la independencia, dedicada totalmente a la gloria del Turkmenbashi. Entre colecciones enteras de Ruhnama en todas las lenguas se exponen los regalos que las provincias han ofrecido a su presidente, las medallas obtenidas por los deportistas de Turkmenez, las mapas del país.
La primera planta se dedica a los descubrimientos arqueológicos. Se pueden admirar magníficas piezas procedentes de las excavaciones de Nissa y Dashogus: cerámicas, estatuas griegas, medias relieves. Una sala etnográfica presenta las diferentes tribus turcomenas, su ropa, joyas, alfombras, viviendas. En medio de estas vitrinas muy coloridas se encuentran magníficos adornos para caballos e incluso un parche reservado a los camellos utilizados para las ceremonias de matrimonio.
Tras un breve retorno a la planta baja y la visita de una sala dedicada a las alfombras, a la flora y a la fauna local, se llega al último piso y la sala reservada a los regalos que el pueblo ha ofrecido a Turkmenbashi. Se llega a la cima de la propaganda política con objetos como esta alfombra que representa al Ruhnama en el sol, o el que dibuja el árbol genealógico, necesariamente muy glorioso, del Presidente.