STONEHENGE

Meca del turismo, la historia, el patrimonio y el misterio, Stonehenge está en la lista de deseos de muchos visitantes del Reino Unido. Es seguramente el monumento prehistórico más conocido de Europa. Inmortalizado en la literatura y el cine en numerosas ocasiones, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y aún guarda todos sus secretos. Aún se desconoce por qué se colocaron de esa manera estos enormes monolitos y qué técnicas se utilizaron para moverlos. Las recientes renovaciones han permitido volver a pavimentar una carretera que restaba encanto al lugar y construir un nuevo museo, que le contará todo lo que necesita saber sobre el sitio. Aunque no puede acercarse a menos de 5 metros de las piedras para garantizar su conservación, puede admirarlas desde el sendero que las rodea y empaparse de su belleza mística. Sumérjase en esta atmósfera y viaje al Neolítico con la ayuda de los excelentes comentarios de la audioguía, que le llevará alrededor de las piedras siguiendo las diferentes orientaciones del sol. Una experiencia atemporal.

No olvide reservar su visita en línea para asegurarse la entrada. Un autobús lanzadera desde el modernísimo centro de visitantes puede llevarle hasta el círculo de piedras, a 2 km de distancia. También puede pasear por los alrededores y empaparse del ambiente.

La historia del lugar se remonta a hace unos 5.000 años. Stonehenge era un lugar neolítico de culto y enterramiento, formado por un foso y un terraplén. Hace unos 4.000 años, las piedras azules se bajaron de las montañas del suroeste de Gales y, 500 años más tarde, se instalaron en el centro del círculo de piedras erguidas que vemos hoy y que proceden de Malborough Downs, a unos 30 km de distancia. Puede que el lugar se convirtiera en un lugar ceremonial druídico, pero sus orígenes son celtas.

Cuando el pueblo celta, de origen indoeuropeo, llegó a Europa en el primer milenio a.C., Stonehenge ya estaba abandonado. El escritor griego Ephoros describió al pueblo celta como una de las cuatro civilizaciones bárbaras más notables, junto con los libios, los persas y los escitas.

Con fama de curiosos, intelectuales, creativos y resistentes a cualquier sistema organizado, socavaron todos los estados de la Antigüedad, sin llegar a crear uno ellos mismos. Su forma literaria favorita era la poesía, transmitida oralmente.

Visita obligada del yacimiento: acuda un día de solsticio, cuando el sol está alineado con el eje de los megalitos.