BASÍLICA DE SANTA RITA
La Basílica de Santa Rita es una cita obligada para todos los peregrinos que visitan Umbría.
La basílica está lejos de ser la más antigua de la región, pero su historia la convierte en una visita obligada para todos los peregrinos que visitan Umbría, y para los turistas que quieren saber más sobre el mito de Santa Rita. Tomó diez años, entre 1937 y 1947, para erigir este lugar de culto, cuyo estilo fue influenciado en gran medida por las decisiones del Papa Pío XII. Revestida de travertino blanco típico de las canteras de Tívoli, la basílica está construida según el plan clásico de una cruz griega con cuatro grandes ábsides laterales y una cúpula central con vistas al presbiterio. En la entrada, en el portal principal, se pueden ver los principales episodios del santo, esculpidos por Eros Pellini. Este trabajo se completa en el interior con ilustres frescos de artistas del siglo XX como Luigi Filocamo y Silvio Consadori. Los restos de Rita da Cascia, de soltera Margherita Lotti, también se conservan en una urna de cristal de 1930 (la base de mármol fue decorada por Eros Pellini). Sobre el altar, candelabros y una cruz de plata en relieve del siglo XVII ayudan a crear una atmósfera mística. Muchos fieles vienen a estos lugares durante todo el año.
Daños después del terremoto de 2016. La basílica fue dañada, y las monjas fueron forzadas - por primera vez - a dejar su monasterio, que está justo al lado, y donde Santa Rita vivió durante cuarenta años. Afortunadamente, tras los trabajos de consolidación, el edificio reabrió en diciembre de 2016.