BASÍLICA MADONNA DELL'UMILTÀ
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La construcción de la Basílica de Nuestra Señora de la Humildad comenzó en 1495 para celebrar un acontecimiento milagroso: mientras las luchas internas se desataban en la ciudad, algunos de los fieles vieron lágrimas en el fresco de la Virgen María amamantando al Niño Jesús (ahora conservado en la Capilla Rospigliosi). Se construyó entonces una gran iglesia, con una cúpula renacentista (la tercera más grande de Italia, después de la de San Pedro en Roma y la de Santa María del Fiore en Florencia), en el mismo lugar del milagro. El texto de la época habla de la imagen milagrosa de la siguiente manera: "En el año del Señor 1490, el sábado 17 de julio, esta imagen fue vista vertiendo sudor, o licor, de su Santa Cabeza, que como agua clara brotaba claramente de su fuente, y de cada parte de la frente irrigaba milagrosamente sus ropas. Debido a esta novedad, la iglesia fue atendida con gran devoción por algunos de ellos; una vez visto el milagro, comenzaron a tocar las campanas. "Pero la construcción de la basílica duró mucho tiempo, más de cincuenta años precisamente, y fue interrumpida varias veces por razones económicas o por vicisitudes internas, como la lucha encarnizada entre las familias Panciatichi y Cancellieri, que luchaban por el poder político. Hoy en día, la basílica es el edificio renacentista más importante de Pistoia, y su gran cúpula es visible desde toda la ciudad.
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