TEATRO LA FENICE

Uno de los teatros de ópera más bellos del mundo En este espléndido teatro de ópera veneciano, antaño llamado Opera San Fantìn por el campo donde se encuentra, Verdi creó Rigoletto en 1851 y La Traviata. También fue aquí donde Visconti rodó la escena inicial de Senso en 1954. Maria Callas, con sólo 24 años, debutó aquí con una memorable interpretación de Tristán e Isolda, de Wagner, que le abrió las puertas del éxito. Desgraciadamente, en 1996, un incendio provocado destruyó el edificio. Fueron necesarios ocho años de trabajo para reconstruirlo exactamente como era, según el lema de la fundación: dov'era e com'era (como era y donde era). Aunque las obras de restauración fueron fieles, también suscitaron una fuerte polémica sobre los métodos empleados y los costes que supusieron.

El 14 de diciembre de 2003, fecha de su reapertura, figuras emblemáticas como Riccardo Muti y Elton John subieron al escenario durante una semana de conciertos. A pesar de su excepcional acústica y de la reconstrucción de los frescos de los camerinos, muchos espectadores echan de menos la pátina del antiguo teatro. Este último, construido en 1836, no era en sí mismo más que una réplica del anterior, incendiado en 1792; el ave fénix renace así eternamente de sus cenizas. Hoy, la ópera cuenta con 174 palcos y 1.100 butacas en un auditorio oval de rara elegancia. La decoración combina oro y rojo, en la más pura tradición barroca del siglo XVIII. En el techo, un encantador cielo azul salpicado de nubes sirve de telón de fondo a querubines musicales.