BASÍLICA DE SAN MARCO

La Basílica de San Marcos es una mezcla única de estilos que transmite las tradiciones de la antigüedad, a través de una fuerte influencia bizantina, mejor que cualquier otro edificio europeo. En el año 828, Venecia tenía la reliquia del cuerpo de San Marcos, pero ninguna iglesia digna de recibirla. Por ello, la primera iglesia de San Marcos fue construida y consagrada en el año 832. Fue destruida en 976 en el incendio que asoló el palacio ducal. Una segunda fue consagrada en 978. Capilla privada de los dux hasta 1797, sólo es catedral de la ciudad desde 1807.

El exterior. La basílica se construyó siguiendo el modelo de la Iglesia de los Santos Apóstoles de Constantinopla, según un plan de cruz griega. En los siglos siguientes, a medida que el poder y la riqueza de Venecia aumentaban, el edificio se modificó considerablemente. Su aspecto actual data de finales del siglo XV y principios del XVI. El saqueo de Constantinopla en 1453 debió desencadenar una primera fase de decoración. La basílica recibió nuevas cúpulas (cada una de las cúpulas inferiores se cubrió con una segunda cúpula, mucho más alta, con marco de plomo, con una linterna y una cruz dorada). Las arcadas superiores fueron modificadas entre finales del siglo XIV y mediados del XV, coronadas con esculturas góticas que forman un friso dentado. La fachada principal está dividida en 5 portales coronados por 5 grandes arcos. El portal central está cerrado por puertas de bronce traídas de Bizancio en el siglo XI. Un rombo de pórfido marca el lugar donde el emperador Federico Barbarroja fue obligado a arrodillarse ante el Papa Alejandro III en 1177. El inventario continúa en la Loggia dei Cavalli, el mirador sobre el portal central. Aquí se exponen las réplicas de una famosa cuadriga de la antigüedad, la de los caballos de cobre robados durante el saqueo de Constantinopla. El portal conduce al nártex, un vestíbulo transversal cubierto de mármol y mosaicos. En la fachada sur, que hace esquina con el palacio ducal, se pueden ver los famosos Tetrarcas (siglo IV) en pórfido rojo, que gobernaron el Imperio Romano en el año 293. La leyenda dice que fueron sarracenos petrificados por intentar robar las reliquias de San Marcos...

El interior. En el interior, unos mosaicos únicos cubren una superficie de unos 4.000^m2. Esta explosión de oro y color comienza en el nártex, donde la decoración muestra escenas de los dos primeros libros del Antiguo Testamento, el Génesis y el Éxodo. En la primera cúpula del nártex, a la derecha de la entrada principal, se puede ver la Creación. La bóveda central muestra el Diluvio, el Arca de Noé y la Torre de Babel. La historia de Abraham está representada en la cúpula situada a la izquierda de la entrada principal, y la última cúpula cuenta la historia de Moisés. Una vez pasado el vestíbulo, sorprende la belleza de las dos cúpulas centrales, cuyos mosaicos representan Pentecostés (siglo XII) y la Ascensión (siglo XIII). La obra maestra es sin duda la que se conserva detrás del altar mayor, la Pala d'Oro. También destaca la puerta de la sacristía, decorada con paneles de bronce de Sansovino, en los que se puede ver su retrato y los de Tiziano y Aretino. El ala sur alberga el tesoro de San Marcos, compuesto por obras maestras de la orfebrería bizantina, también procedente del saqueo de Constantinopla. Varias piezas se perdieron, fueron robadas o fundidas en 1797, cuando Napoleón tomó Venecia. Por último, el pavimento de mármol y mosaico del siglo XII, en el que se alternan figuras de animales y motivos geométricos, es también muy notable.

Pala d'Oro y Tesoro (detrás del altar mayor, 2 y 3 euros respectivamente). ¡Oro y más oro! Puedes ver por ti mismo lo rica y piadosa que era la Repubblica Serenissima. El Tesoro de San Marcos se compone de objetos religiosos como cálices, incensarios y relicarios (hasta aquí todo bien), pero también de reliquias extraordinarias como un mechón de pelo de la Virgen María, un trozo de madera real de la cruz de Cristo y una ampolla de la sangre de Cristo... En cuanto a la Pala d'Oro, este retablo dorado de 1,40 m por 3,48 m, obra maestra única de la joyería bizantina y veneciana, se compone de 250 placas de oro con incrustaciones de perlas, a su vez cloisonné con 80 esmaltes y engastadas con unas 3.000 piedras preciosas y semipreciosas. Realizada en 978 por orfebres de Constantinopla para el dux Pietro Orseolo, ampliada en los siglos XII y XIII, fue completada en estilo gótico por un orfebre sienés en 1345.

Museo Marciano (acceso desde la escalera a la derecha del portal de entrada de la basílica; 5 euros). Una visita obligada para ver de cerca los famosos Caballos de San Marcos. Estas cuatro antiguas estatuas de cobre fundido adornaban originalmente el hipódromo de Constantinopla antes de que los venecianos las retiraran en 1204 para colocarlas sobre la puerta principal de la basílica de San Marcos. En 1797, Bonaparte, general en jefe del ejército italiano, los llevó a Francia. Como emperador, las colocó en el arco de triunfo del Carrusel, un monumento a la gloria de sus ejércitos. Devueltas a Venecia en 1815, fueron devueltas a la fachada de la basílica. Sustituidos desde 1980 por réplicas, ahora están en el museo, para preservarlos de la contaminación.