Milán : ¿Cuándo debe marcharse?
La ciudad se explora mejor en primavera y otoño. Como Milán no es un gran destino turístico, las colas para entrar en los museos son razonables, pero no olvide reservar con antelación. Cuidado, sin embargo, con el calor en verano, los cierres en agosto y la primera semana de enero, y los periodos de la semana de la moda y las grandes ferias, cuando los precios del alojamiento se disparan.
El clima de Milán es subtropical húmedo, con veranos calurosos y húmedos (15/29°C), inviernos fríos y a veces nevados (-1/+6°C) y precipitaciones potenciales durante todo el año. La niebla (nebbia) puede cubrir la ciudad, sobre todo en el sur, en invierno. La barrera alpina garantiza una primavera suave. Con poca ventilación, Milán se mantiene especialmente calurosa en verano. La temporada turística alta es en septiembre y octubre, la baja en enero, febrero, marzo y noviembre y diciembre.
Milán es una ciudad que se puede descubrir durante todo el año. El verano puede ser caluroso y algunas tiendas cierran en agosto. Es entonces cuando los hoteles son más baratos y en abril cuando son más caros. En febrero es cuando conseguirá los vuelos más baratos. Navidad y Año Nuevo en Milán es una opción festiva y original. La ciudad se engalana, las misas de medianoche en edificios prestigiosos se suman a un programa de espectáculos y festejos, sin olvidar la tentadora oferta gastronómica. Los amantes de la moda no querrán perderse los dos acontecimientos más destacados del destino, las semanas de la moda.
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Milán : Descubra
Milán fue originalmente una ciudad celta antes de convertirse, por la ley de armas, en romana, lombarda, francesa, española y austriaca. Destruida y reconstruida, la capital de Lombardía no cultiva una identidad italiana estereotipada. Punta de lanza de la economía nacional (la bolsa tiene aquí su sede), reina de la moda junto a Nueva York y París, Milán ha optado por vincular su destino al futuro sin olvidar su ilustre pasado. Aunque a primera vista los grises e industriales suburbios milaneses puedan parecer desalentadores, descubrir la ciudad es una sucesión de agradables sorpresas y una inmersión en el refinamiento y el savoir-vivre "à la milanaise". Mezcla talentosa de patrimonio y modernismo, los encantos de Milán atraen a los amantes del arte, la cultura y el urbanismo, así como a los aficionados a las compras y el diseño. Como puerta de entrada a la Región de los Lagos y punto de partida ideal para explorar la región, Milán bien merece una visita.
