SITIO ARQUEOLÓGICO DE AL BASS
Se accede al lugar por la carretera que bordea el campamento palestino de Al Bass al este de Tyr. Está a 500 m al sur de la rotonda Al Bass. Este sitio es muy amplio. En verano, bajo un sol de plomo, la visita puede ser candente, tanto venir temprano por la mañana.
Una vez dentro del emplazamiento, hay que tomar la vía bizantina formada por las dallas calcáreas dispuestas de caramelos. A ambos lados se extiende una vasta necrópolis romano-bizantina que incluye un gran número de sarcófagos y construcciones y encerrados funerarios. El conjunto se ha acondicionado entre el SEE y el mio s. de nuestra era.
Un primer sarcófago fue exhumado en 1940 por soldados franceses destinados a Tyr, pero se tragó algunos años antes de que se descubriera toda la necrópolis. Ésta es rica en cientos de sarcófagos de mármol o piedra. Decorados con bajorrelieves, hoy están expuestos al Museo Nacional de Beirut. Es el caso de las magníficas tumbas que recuerdan los episodios de la vida de Aquiles, según la Iliade d'Homère. Grabados en mármol, el nombre y la profesión del difunto nos indican que muchos sarcófagos albergaban el cuerpo de grandes fabricantes de la púrpura.
A su izquierda, la capilla funeraria se remonta al siglo XVIII. C. se compone de un pequeño patio con una fuente, una habitación semicircular (su suelo está empedrado de márpicos). Al contrario de la vía bizantina, se distingue la tumba que data del siglo XVIII. J.C.
En el extremo de la carretera bizantina - poco antes de que ceda la plaza a la vía romana - se eleva un arco monumental, de 20 m, construido de piedra arenosa por los romanos en el siglo XVIII. J.C. se derrumba en el siglo V o en el siglo XXI. Se distinguen muy claramente las huellas de rueda en el enchufe de la vía romana. Al sur de este camino, la pedestre ha conservado su pavimentado. Estaba rodeada de una hilera de tiendas protegidas por el acueducto que traía el agua dulce de Ras el Ain hasta la ciudad (a 6 km de Tyr).
La fuente sépulcral está precedida de un pequeño patio adoquinado de mosaicos. Este complejo funerario está decorado con varios nichos y varias piscinas. El difunto estaba enterrado detrás de la fuente. Al sur de esta fuente, los baños termales de los Azules contienen un mosaico en el que se incluye la "victoria de los Azules".
El hipódromo de Tyr, construido en el siglo II en forma de alfiler de cabello, es uno de los más grandes y mejor conservados del mundo romano. Sus gradas de piedra que bordean el terreno permiten acoger hasta 20.000 espectadores sentados. Una espina, especie de pared larga, delimitaba el centro de la pista. En su medio, se encontraba un obelisco de granito (hoy en día) y un poco más lejos la estatua de Hércules. Más tarde se construyó una capilla bizantina en el lugar abandonado. En la época romana, las carreras atraían a multitudes apasionadas. Hasta la salida, diez tanques estaban colocados en el extremo de la espina de la que debían hacer siete veces el turno. Tras la caída del Imperio Romano, el hipódromo fue abandonado y seducido durante los siglos que siguieron a seis metros de arena.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Opiniones de los miembros sobre SITIO ARQUEOLÓGICO DE AL BASS
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
J'ai visité les ruines de Tyr il y a deux ans et le sentiment d'émerveillement et le lien avec l'histoire qu'elles procurent me manquent. Que vous soyez passionné d'histoire ou simplement à la recherche d'une expérience unique, les Ruines de Tyr - Nécropole valent vraiment la peine d'être visitées !
J'ai visité les ruines de Tyr il y a deux ans et le sentiment d'émerveillement et le lien avec l'histoire qu'elles procurent me manquent. Que vous soyez passionné d'histoire ou simplement à la recherche d'une expérience unique, les Ruines de Tyr - Nécropole valent vraiment la peine d'être visitées !
La nécropole de Tyr est l'un des sites antiques les plus beaux et les plus méconnus du Liban. Niché derrière la ville moderne et entouré par la nature, ce vaste cimetière romain byzantin vous invite à déambuler parmi les rangées de sarcophages en pierre, les rues à colonnades, les arches, les portes et une route romaine partiellement restaurée qui reliait autrefois la vie à l'éternité.
Ce qui rend ce site unique, c'est son ampleur et le silence qui y règne. Vous traversez des couches d'histoire : des tombes gravées d'inscriptions, des sols en mosaïque usés et une porte voûtée encore fièrement debout. Il y a même une arène romaine à proximité, qui n'a pas été touchée par les foules ou le tourisme excessif.
Cet endroit n'est pas réservé aux amateurs d'archéologie, il s'adresse à tous ceux qui cherchent à prendre du recul. On s'y sent humble.
Prenez votre temps. Laissez-le vous parler. Plus que des ruines, c'est un rappel de tout ce qui perdure.