EL SITIO DE LA FERIA INTERNACIONAL DE TRÍPOLI
En la moderna ciudad de Trípoli, cruzada por grandes calles de palmeras donde reside parte de la rica sociedad tripolitana, se pueden ver los futuristas edificios de la Feria Internacional de Trípoli, construida entre 1968 y 1974 y diseñada por el famoso arquitecto brasileño Oscar Niemeyer (fundador de Brasilia, entre otros). El complejo tiene una superficie de un millón de metros cuadrados. Con estos prestigiosos signos de modernidad, Trípoli tuvo que asumir el papel de metrópoli a la vanguardia de los últimos retos económicos y tecnológicos. Desafortunadamente, con el estallido de la guerra en 1975, los edificios nunca pudieron ser terminados. Situado en un entorno inmejorable, cerca del mar, el proyecto formaba parte de un óvalo, una característica del arquitecto. Había que abrir un gran techo curvado bajo el cual se proyectaban los distintos pabellones internacionales, una plaza flotante sobre un lago destinado a albergar el pabellón libanés, un teatro.... De vez en cuando, se realizan espectáculos y conferencias bajo una amplia cobertura. Normalmente, el sitio no puede ser visitado, hay que conformarse con una vista resumida desde el aparcamiento o desde la carretera. Pero no dudes en preguntarle al guardia de la entrada, ¡nunca se sabe!
En 2004, la Cámara de Comercio e Industria de Trípoli puso en marcha un proyecto para transformar el lugar en un parque de ocio (60.000 m² de exposición, 200.000 m² de zonas de ocio y juegos, 170.000 m² de espacio náutico, tres hoteles, un centro comercial y restaurantes). El costo del proyecto se estima en 230 millones de dólares. Indignadas, las asociaciones Patrimoine sans frontière y ASFIT (Association pour la sauvegarde de la Foire internationale de Tripoli) denuncian una verdadera masacre de la arquitectura de Niemeyer, militan a favor de la preservación de esta zona y recomiendan una revalorización del sitio desde una perspectiva de desarrollo sostenible. En 2005, los fabricantes locales, en colaboración con socios chinos, propusieron un nuevo proyecto de zona franca para los productos chinos. Lo habremos entendido, todo el mundo está buscando soluciones para aprovechar al máximo este lugar. En 2017, se presentó una solicitud a la UNESCO para salvar este espacio.