DUOMO

La catedral de Módena, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, es uno de los ejemplos más importantes del arte románico lombardo en Italia. Aquí se guardan las reliquias del santo patrón de Módena, san Geminiano. La primera piedra fue colocada por el arquitecto Lanfranco en 1099, pero el edificio no se terminó hasta 1323. Decorada con un gran rosetón, la fachada está adornada con bajorrelieves que muestran episodios del Génesis y de los profetas, realizados por el lombardo Wiligelmo, uno de los primeros representantes de la escultura románica en Italia. El pórtico norte (conocido como «Porta della Pescheria»), también ricamente esculpido, muestra el ciclo de los meses y —lo que es más inusual— un episodio de la leyenda del rey Arturo. En el interior, tómese el tiempo de admirar la profusión de elementos esculpidos que decoran la mampara del siglo XIII y los capiteles de las columnas de la cripta, todos ellos decorados con motivos diferentes (¡observe la sirena de dos colas!).

Adyacente al Duomo, un interesante Museo del Duomo alberga una fina colección de objetos sagrados y lápidas del período románico. Contiene, en particular, las metopas (siglo XII), bajorrelieves que coronaban los contrafuertes de la catedral, con motivos simbólicos

A su lado se encuentra la Ghirlandina, un campanario del siglo XIII de 87 metros de altura, símbolo de la ciudad. Su nombre vendría de las dos guirnaldas de pequeñas columnas que rodeaban su flecha. Según otra hipótesis, fue bautizado por los judíos que vinieron de España por su parecido con la Giralda de Sevilla.