BOCCADASSE
Un pueblo de pescadores de postal con su pequeña playa, sus barcos, sus heladerías y su romántica puesta de sol...
Este pequeño puerto pesquero, casi en el centro de la ciudad, parece una "ciudad dentro de la ciudad" para el visitante que lo descubre maravillado desde el concurrido Corso Italia.
Casi inaccesible en coche, es casi imposible aparcar allí (es mejor tomar el autobús n°15), no encontrará aquí ningún establecimiento de baño en la pequeña playa de guijarros, sino sólo algunos bañistas que ponen su toalla el tiempo para darse un chapuzón. Vigilada por la iglesia de Sant'Antonio, llena de exvotos en forma de maquetas de barcos, Boccadesse tiene todos los ingredientes de un pueblo de postal: unas cuantas casas con fachadas de colores pastel, una pequeña plaza, la piazzetta donde se reúnen los jóvenes a la hora del aperitivo, unos cuantos barcos de pesca y un embarcadero de rocas desde el que admirar la vista del promontorio de Portofino.
La fundación del pueblo se remonta a la Edad Media, cuando un grupo de pescadores varados en la playa decidió construir un pueblo. El nombre proviene del dialecto genovés böcca d'ase, "boca de burro", por su forma especialmente cóncava.
Hoy en día los pescadores siguen ahí, resisten, pero la época en la que Boccadasse vivía sólo de la pesca hace tiempo que pasó: heladerías, bistrós y algunos bares pintorescos atraen a jóvenes y mayores en busca de un ambiente romántico. Los genoveses vienen aquí para escapar del calor y del centro de la ciudad para tomar un helado, un aperitivo o una cena romántica. Si tiene la oportunidad, vaya al atardecer: ¡el ambiente es absolutamente mágico!