Los mejores restaurantes Finale Ligure

Si te gusta la pasta, Sotto il Santo es tu sitio Es un pequeño local en el centro de Finale Ligure, y a menudo hay que esperar para conseguir mesa. En el menú: pasta, pasta y más pasta, rigurosamente casera, con docenas de salsas y rellenos diferentes. Tocino y champiñones, almejas con tomate y perejil, verduras a la plancha, pesto, crème fraîche y jamón... En todas las salsas y formas: espaguetis, fusilli, maccheroni, ñoquis o pappardelle... ¿Quién podría hacerlo mejor?

Este pequeño restaurante enclavado en un callejón del casco antiguo cuenta con un gran número de clientes fieles y habituales de la región. Esto se debe a su cocina, llena de buenos sabores locales, especialmente la farinata (pastel de garbanzos al horno) y la torta salate (quiche de verduras), que siempre están presentes en la entrada. A continuación, dos o tres primi y el inevitable conejo ligur. Discreta elección de vinos y postres rigurosamente caseros. Por la noche, es mejor reservar para el único servicio de las 20 horas. En resumen, nos encanta, ¡y no somos los únicos!

Entre Finale Ligure y Varigotti, Gambero Verde se encuentra a 45 minutos a pie. Con un marco excepcional, esta pequeña trattoria en las colinas le sorprenderá. Es una antigua capilla de piedra y, cuando hace buen tiempo, disfrutará de una fresca pérgola. La cocina, sabrosa y generosa por una vez, cuenta con especialidades ligures como las verduras rellenas y la pasta al pesto, servidas sin aspavientos. Una dirección de calidad en un entorno fabulosamente tranquilo, propicio para dulces momentos de relajación.

Pizza, focaccia, quiches y budines de verduras vendidos "por porciones" por un simpático equipo de jóvenes que regentan este pequeño horno justo a la entrada del casco antiguo de Finalborgo. Es pequeño y coqueto, y no se puede evitar salivar ante el mostrador, donde se colocan delante de uno rebanadas de focaccia rellenas de salchicha y gorgonzola, achicoria roja y mozzarella ahumada. Como alternativa, verduras rellenas y terrinas vegetarianas y, por supuesto, galletas y pasteles caseros de postre. Podrá recorrer las plazas del pueblo a bocados