Guía de viaje Helsingborg

Esta ciudad cruce de caminos de nueve siglos de antigüedad, puerta de entrada a Suecia, es el epítome de la doble cara de Escania. Ha pasado por muchas guerras nórdicas, durante las cuales cayó alternativamente en manos de daneses y suecos. La batalla de Ringstorp, en 1710, dio la ciudad a los suecos.La historia de Helsingborg está estrechamente ligada a la de su gemela danesa, Helsingør. Durante todo el día circulan transbordadores entre las dos ciudades, que tienen una especie de doble nacionalidad, adquirida tras siglos de invasión y ocupación danesa. Hoy, un eslogan une a las dos ciudades: "Dos países - Un destino". Prueba de una estrecha relación.Hoy, Helsingborg es una ciudad cruce de caminos, por su proximidad a Dinamarca, pero también una ciudad de vacaciones, con hermosas playas y nuevas zonas residenciales a lo largo del paseo marítimo.Del castillo que antaño dominaba la ciudad y protegía esta puerta de Escania de los invasores, sólo queda la Torre del Homenaje de Kärnan, con orgullosas banderas ondeando en lo alto y dominando majestuosamente la ciudad. La calle principal, Drottninggatan, cuenta con una modernísima Casa de la Cultura. Una impresionante y moderna estación de ferrocarril y navegación controla la salida de transbordadores a Dinamarca y trenes a Malmö, Gotemburgo y Copenhague. Todo ello bajo la mirada del imponente Rådhuset, inaugurado en 1897, cuyas agujas neogóticas de las cuatro torrecillas y el campanario perforan el cielo. Helsingborg se visita mejor en verano, cuando todo cobra vida y se respira un ambiente festivo desde el puerto hasta las calles comerciales.