Qué ver y hacer Gammelstad

Estas cabañas rojas con ventanas y alféizares blancos son únicas. Se construyeron para que los feligreses que vivían lejos pudieran acudir a los servicios religiosos y, por tanto, quedarse unos días. Por ese motivo son tan pequeñas. Esta tradición se sigue respetando, y los propietarios no pueden vivir aquí todo el año. En el número 253, situado en Framlänningsvägen, la cabaña Kyrkstuga está abierta durante los meses de verano. Construida hacia 1750, refleja las edificaciones realizadas por la burguesía de la época.

Este museo permite a los visitantes descubrir diferentes tipos de viviendas antiguas y muestra cómo vivía la gente desde finales del siglo XVIII hasta mediados del XX. El museo actual se alza en un lugar arqueológico que data del siglo XIV, en el terreno de un antiguo presbiterio. Hoy en día, el pueblo, con unas cincuenta casas, se ha recreado en torno a este lugar simbólico. Se ha llevado a cabo un verdadero trabajo de reconstitución más que de reconstrucción. Las casas más antiguas datan del siglo XVIII y sus interiores están ricamente decorados.

Antigua iglesia católica construida en el siglo XV y consagrada en 1492. El interior tiene magníficos frescos de finales de la Edad Media de la escuela de Albertus Pictor, que fueron cubiertos durante un tiempo en el siglo XVIII. En el centro, el tabernáculo de madera representa la Pasión de Cristo y es uno de los más bellos de Suecia, realizado en Amberes hacia 1520 por un maestro flamenco. El órgano, inaugurado en 1971 y compuesto por 4200 tubos fabricados en Gammelstad, armoniza perfectamente con la pila bautismal, el púlpito y las pinturas murales.

Este restaurante, en nombre difícilmente pronunciable, sirve una cocina refinada elaborada por un chef noruego. Las porciones son pequeñas y muy bien presentadas. Se trata de más gastronomía que otra cosa, pero los aficionados apreciarán. También hay una extensa carta de vinos.