LE BAR BLANC
El ambiente es más festivo que familiar para este establecimiento, con una gran consistencia, de las noches abidjanesas que decantan con alegría, al igual que su homólogo del Plateau le Filjim, el concepto del bar-caja-restaurante (los conciertos live en menos). La decoración moderna y estibada, jugando sobre las luces y los dulces tonos violetas, acoge a una clientela ecléctica de noctámbulos y "licores" de todo tipo, alineados con la cosmopolita calle del 7 de diciembre. Programación musical bromeada y variada sin ser ensordecedora, y posibilidad de cenar en el pulgar o de resurgirse más "hedonistement" de platos de alta calidad (además de sus famosas hamburguesas y deliciosas pizzas, El Bar Blanco dispone de una excelente carta restaurante que propone, entre otras cosas, pastas muy bien trabajadas y carnes excelentes, ver el ratón de cordero) hasta medianoche. Aumento de potencia, ambiente y decibelios a partir de las 22, sobre todo al final de la semana en que el establecimiento se encuentra a menudo lleno. Una escala acogedora e ineludible, a imagen de "Chichi", el acogedor chef del lugar.