JARDINES DEL REY (KONGENS HAVE)

Es el parque favorito de los habitantes de Copenhague, que acuden en masa a disfrutarlo en cuanto aparece el más mínimo rayo de sol. Es el más céntrico y, sobre todo, el más tranquilo. En invierno la gente pasea con el perro; en verano, se puede estudiar en los bancos que flanquean la larga avenida de tilos; ¡y se puede jugar a la petanca todo el año! Algunas noches se oye tocar a grupos en directo, y se puede tomar una bebida caliente o fría o asistir a espectáculos infantiles de marionetas. El lugar está adornado con varias estatuas. Cerca de la puerta que da a Gothersgade, una de las más notables, está el homenaje al político Viggo Hørup (1841-1902), obra de J. F. Willumsen. Este orgulloso político con bigote fue líder del partido Venstre (de izquierdas en aquella época, como su nombre indica) y fundador del diario Politiken en 1884.

Su pequeña historia: Cristián IV soñaba con un jardín al pie de su residencia de verano. Corría el año 1606, cuando su jardinero, Otto Heider, hizo realidad el deseo del rey, y resultó todo un éxito. El jardín se abrió al público a finales del siglo XVIII. Más recientemente, en 2001, una operación a gran escala llevada a cabo por una asociación de jardineros profesionales con motivo del 60.º cumpleaños de la reina Margarita, dio como resultado la remodelación del jardín según los planos renacentistas originales. Se plantaron parterres de rosas (Rosa gallica, Rosa mundi, Rosa centifolia, Rosa toscana, etc.) y 140 manzanos.

Desde la avenida central, tómese su tiempo para admirar la vista del castillo de Rosenborg.