MUSEO DE LA CIUDAD (KØBENHAVNS MUSEUM)

Este museo dedicado a la historia de la capital danesa, ubicado en un palacete de 1782 a la izquierda de Vesterbrogade, es la antigua sede de la Real Sociedad de Tiro. Es un lugar magnífico para visitar si se quiere comprender el desarrollo de Copenhague.

En el jardín, una maqueta recrea la ciudad en torno a 1536, lo que da una idea más clara de la topografía de la zona: en primer plano, la isla de Slotsholmen con su castillo y, a continuación, la ciudad histórica actual, que se extiende entre Gammel Strand, el actual Ayuntamiento, Nørreport y Kongens Nytorv. Una superficie de setenta hectáreas rodeada de fortificaciones. Aunque ya no quedan edificios de la época en que florecieron iglesias y monasterios, el trazado de las calles principales permanece inalterado.

El museo es un pequeño laberinto que presenta la evolución de la ciudad y sus habitantes de forma sumamente interesante y didáctica. Los paneles explicativos en inglés son de gran ayuda para los visitantes extranjeros. Mediante objetos, planos, maquetas y documentos diversos, la exposición pone de relieve ciertos hechos, como la importancia del arenque para la prosperidad del puerto. Cada época está representada, desde el desarrollo de la capital bajo el reinado de Cristián IV hasta el periodo absolutista y el nacimiento del teatro danés con Ludvig Heiberg. La Edad de Oro está simbolizada por una serie de nombres con los que se topará a menudo durante su estancia: el maestro de ballet August Bournonville, el poeta Adam Oehlenschlager, el pastor N. F. S. Grundtvig y, por supuesto, H. C. Andersen y Søren Kierkegaard.

El desván. La historia reciente de la capital se aborda desde el ángulo social (movimiento feminista, sindicatos, huelgas), el político (lucha por la democracia, llegada de los socialdemócratas al Ayuntamiento, creación de Christiania), el urbano (llegada del ferrocarril, tranvías, absorción de municipios vecinos) y el cultural (creación del Nordisk Film Studio, desarrollo del diseño).

Las paredes de la escalera están decoradas con curiosos paneles circulares de madera. Son dianas pintadas. En el siglo XIX, la publicidad consistía en regalar una diana con el nombre de la empresa a un club de tiro, al estilo de los carteles pintados de los pubs ingleses tradicionales.

Al salir, eche un vistazo a Absalonsgade, la calle que bordea el jardín del museo. Un museo al aire libre que exhibe mobiliario urbano en desuso puede completar su visita de la capital...