NY CARLSBERGS GLYPTOTEK
Colecciones excepcionales en un entorno excepcional Un panorama completo desde la Antigüedad hasta el giro del arte moderno.
Sin duda, uno de los museos más entrañables de Copenhague. La verdad es que no puede dejar indiferente a nadie, aunque los bustos antiguos no sean su pasión. Las últimas obras de modernización han sido más que acertadas. La elegante arquitectura está jalonada por un pabellón de entrada abovedado. A ambos lados hay dos alas: una construida entre 1897 por Vilhelm Dahlerup, el arquitecto de moda en la época, y la otra en 1906 por Hack Kampmann. Este proyecto fue financiado por la acaudalada familia de cerveceros Jacosben, Carl y Ottilia, para exponer su colección de esculturas, de ahí el nombre de gliptoteca.
La primera atracción es el jardín de invierno situado bajo la cúpula. Iluminada por el inmenso techo de cristal, la vegetación tropical dominada por esbeltas palmeras nos transporta a otras latitudes. Aquí se encuentra la cafetería.
Mi segundo elemento favorito son las colecciones. Hasta la fecha, hay diez mil obras que abarcan seis mil años de historia. Las esculturas egipcias, griegas, romanas y etruscas incluyen auténticas obras maestras, entre ellas 400 cabezas de emperadores romanos, algunas de ellas procedentes de Palmira.
Los escultores del siglo XIX ocupan un lugar destacado, con 145 piezas, algunas de ellas del gran Rodin. Repartidas por las galerías de la planta baja, ofrecen un viaje sensual a la expresión moderna del cuerpo...
¿Y qué decir de las colecciones de pintura? Paisajistas, impresionistas y fauvistas franceses le están esperando.