BOULEBAR

Una partida de petanca... ¡qué divertido! Lo cantaba Fernandel y el Boulebar lo ha entendido bien. Aunque el ambiente es un poco afrancesado, con marinière y pastis a litros, lo cierto es que el lugar es más que agradable y muy popular entre los daneses de todas las edades. Aquí se puede comer y beber, pero sobre todo se viene a tirar las bolas. Hay varios campos donde reunirse con los amigos para un momento de relax. Los sábados y los domingos el juego puede acompañarse de un brunch con sabores del sur de Francia. ¡Realmente divertido!