Diversión y salidas Copenhague

El interior no ha cambiado desde 1924, cuando se instaló la señora Ingeborg Johannesen. Aunque la decoración es un poco anticuada, Alléenberg, situado cerca de los jardines de Frederiksberg, sigue siendo un pub muy popular. De hecho, esta dirección, bien conocida por los habitantes de Copenhague, ha sido durante décadas el lugar favorito de los estudiantes para celebrar fiestas, de los lugareños para tomar una cerveza con sus amigos y de los músicos y actores para reunirse después del espectáculo. No es raro encontrar gente cantando alrededor del viejo piano a altas horas de la madrugada.

Un antiguo cine que iba a convertirse en supermercado Gracias a un grupo de aficionados a la música, ahora es un moderno escenario musical, pero al mismo tiempo un local íntimo que acoge a grupos de todo el mundo aclamados internacionalmente: Prince, James Brown, Dua Lipa, Texas... Y lleva más de 25 años funcionando En 2022, para celebrar este importante aniversario, ¡el cartel incluía a Eagles of Death Metal y Matt Goss! Con 130 conciertos al año, no te faltarán oportunidades para vivir la sala en toda su intensidad.

Las dos plantas del Hôtel Cécile (renombrado lugar de conciertos, no de alojamiento) se transforman en una pista de baile bajo los platos de los DJ más famosos de Copenhague. La música es el leitmotiv del lugar. En el sótano, el íntimo bar, con su bella decoración contemporánea, es el lugar perfecto para charlar o conocer gente nueva, cómodamente sentado en la barra o en los bancos, mientras que en la planta baja se celebran conciertos (programa en línea). También se organizan veladas especiales en colaboración con festivales como Heartbeats y Golden Days.

Jolene te lo cuenta: desde hace 10 años, son un bar. No es un lugar de cócteles. Aquí, se bebe la cerveza de la botella. Punto y aparte. Los muebles maltratados y las lámparas descoloridas contribuyen al ambiente fresco e industrial que los DJs mantienen vivo hasta el final de la noche. En ocasiones, los grupos de rock en directo toman el relevo, pero sea cual sea la música, el ambiente es acogedor y relajado. No es un lugar para ver y ser visto, sino un lugar para ser tú mismo, un lugar inclusivo donde la multitud es ecléctica, amigable y LGBTQI.

Una de las pequeñas salas de conciertos imprescindibles de Copenhague. Una entrada modesta pero un gigantesco telón de fondo de graffiti para este recinto cargado de historia, construido en hormigón en 1936 al más puro estilo funcionalista o funkis. Un aforo de tan solo 230 espectadores para disfrutar de una refinada programación de 125 conciertos al año. ¡Participe en el festival de invierno Vinterjazz! Un local eminentemente de moda en Nørrebro, popular entre los aficionados al rock y a la música alternativa, y muy solicitado por su electrizante espectáculo. Jam sessions todos los martes por la noche.