MONTES MĂCIN

Situados al oeste de Tulcea, son los montes más antiguos de Rumanía, y casi podríamos decir de Europa, con varios cientos de millones de años. Su altitud no supera los quinientos metros. El clima árido y la composición específica de sus suelos los convierten en el último refugio europeo de la flora y la fauna esteparias. Albergan una biodiversidad excepcional. Los montes Măcin también ofrecen paisajes espectaculares, salpicados de curiosas formaciones rocosas, como las que rodean la cresta del Pricopan (Culmea Pricopanului). La zona ofrece varias excursiones de dificultad baja y media. También se puede montar en bicicleta o a caballo. Las ciudades que rodean los montes Măcin también cuentan con un rico patrimonio histórico. Por último, la región es famosa por sus viñedos, que se extienden a todo lo largo de las estribaciones.

Măcin. Puede detenerse en esta ciudad para admirar la antigua mezquita y las ruinas de la muralla que rodeaba la antigua localidad romana de Arrubium.

Turcoaia. En este pueblo al sur de Măcin, podrá visitar las ruinas de la fortaleza de Troesmis, que datan del siglo III a. C.

Isaccea. Llamada Noviodunum por los romanos, esta agradable y pequeña ciudad a orillas del Danubio desempeñó en su momento un importante papel estratégico y comercial en la región. Aún se pueden ver restos de su antigua grandeza. No muy lejos, en el pueblo de Tichilești, se encuentra la última leprosería de Europa.

Niculițel. En este pueblo vinícola se pueden visitar las ruinas de una basílica paleocristiana. La iglesia y la cripta fueron fundadas por el emperador Valente en el año 370. Descubierta en la década de 1970, la basílica ha sido parcialmente reconstruida. Cuatro esqueletos de mártires yacen en un ataúd colectivo en el nivel superior de la cripta.

Monasterio de Cocoș. El monasterio del «Gallo» fue construido en 1835 en estilo turco oriental. Alberga un museo de arte medieval y moderno con una colección de libros antiguos, iconos y documentos relacionados con el período otomano. El camino para ir hasta allí atraviesa varias colinas ocupadas por viñedos.

Monasterio de Celic-Dere. Al sur de Telița, este monasterio, hoy regentado por monjas, fue fundado entre 1841 y 1844 por monjes rumanos y rusos. Debe su nombre a su proximidad a un arroyo, el Celik Dere («arroyo de acero» en turco).

Fortaleza de Dinogetia. Mencionada por primera vez por Ptolomeo, fue originalmente un emplazamiento dacio, antes de que los romanos tomaran el lugar. Lo que queda es el resultado de las múltiples destrucciones y posteriores reconstrucciones a lo largo de los siglos.