QUARTIER ICOANEI

Es una de las zonas más exclusivas de la capital. Alrededor del bonito parque y la pequeña iglesia del mismo nombre, este antiguo barrio, principalmente residencial, escapó a la locura destructiva de Ceaușescu. Cuenta con infinidad de perlas arquitectónicas, que podrá ir descubriendo paseando por sus calles tortuosas: Icoanei, como todos los barrios periféricos de la vieja Bucarest, está formado por mahalas, palabra turca que designa estos barrios de estilo oriental, construidos alrededor de una iglesia y que se desarrollaron sin un plan de urbanismo. A finales del siglo XIX y principios del XX, Icoanei experimentó una efervescencia arquitectónica: los ricos propietarios empezaron a competir en inventiva, mezclando estilos. Las villas neorrumanas se codean con las residencias neoclásicas de estilo parisino, decoradas con elementos modernistas, barrocos o neogóticos. Confiscadas bajo el comunismo, muchas de estas mansiones cayeron en el abandono debido a los líos legales sobre su restitución. Por suerte, poco a poco están siendo restauradas, a veces de manera llamativa y otras poniendo el acento en ese aire desvencijado. El conjunto que conforman tiene un encanto especial, típico de Bucarest. El barrio de Icoanei es también hogar de varios edificios art déco, como el centro cultural Arcub. El barrio cuenta con muchísimos bares y salones de té de moda, ubicados en esas imponentes mansiones. Puede extender el paseo al vecino barrio Armenio, que tiene características similares. Varias agencias ofrecen visitas guiadas por esta zona, una buena manera de descubrirla en profundidad.