YS CAE
Un paraíso de cascadas y tres enormes piscinas de agua mineral natural translúcida de color esmeralda. Para llegar a las cataratas, tome un tractor-remolque bien equipado que bordea el río a través de una espesa vegetación por una plantación muy antigua (espere 20 minutos). Se llega a un gran anfiteatro natural con un excelente restaurante. Un corto paseo de 10 minutos le llevará a la cascada principal. Las piscinas naturales invitan a nadar a lo largo de las siete cascadas. Puede saltar desde lo alto de una roca al final de una liana, o dejarse masajear por el agua en el río. Tenga cuidado, la corriente es fuerte, y hay cuerdas para agarrarle al vuelo, pero es mejor saber nadar bien para meterse en las pozas al pie de las cascadas. El personal estará encantado de hacerle fotos desde todos los ángulos, por una propina, claro. Una tirolesa ofrecida aquí por Chukka es imprescindible.
Consejos. La zona que rodea las cataratas está diseñada para acoger a un gran número de visitantes. Pero suele estar muy concurrida, sobre todo durante los picos estacionales. Por ello, tendrá que armarse de paciencia para disfrutar del privilegio de nadar en las frescas corrientes. Le aconsejamos que llegue temprano en la estación húmeda para evitar la lluvia vespertina, habitual en la selva, y quizá hacia el mediodía en la estación seca, cuando todo el mundo esté comiendo algo y el sol brille sobre las cataratas. Asegúrese de pedir en el restaurante de las cataratas y no en el del aparcamiento (que está sucio). Por otro lado, la tienda de abajo ofrece recuerdos nunca vistos en otra parte de la isla, ideas para regalar y libros preciosos.
Historia. A lo largo de los años, la propiedad cambió de manos varias veces antes de quebrar en 1832. Fue comprada en 1837 por un jamaicano, John Browne, tío abuelo del actual propietario. Conquistado por esta finca de 1.200 hectáreas y por la gracia del río que la atraviesa, la convirtió en una plantación de caña de azúcar, una explotación ganadera, una explotación maderera y mucho más. Poco a poco, se fueron vendiendo parcelas y la inmensa finca se redujo a su tamaño actual, aún respetable, de unas mil hectáreas. Hasta los años sesenta se siguió cultivando caña de azúcar. En la actualidad, la finca está especializada en la cría de vacas lecheras y caballos de carreras. Una plantación de papaya ocupa gran parte del terreno. No fue hasta finales de la década de 1980 cuando los primeros turistas visitaron las cataratas YS.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre YS CAE
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Vaut le détour.