RIO GRANDE – DESCENTE EN RAFTING

Es una actividad imprescindible: el rafting jamaicano por el Río Grande, el mayor río de Jamaica. En otras palabras, un descenso tranquilo en una balsa de bambú. Los rápidos son suaves y no se parecen en nada al rafting que conocemos en nuestro país, sentados en tubos hinchables atados a una cuerda. Esta actividad se ofrece en varios ríos de la isla. El Río Grande destaca por la majestuosidad de sus paisajes y la fuerza del río. Antaño, largas y estrechas balsas de bambú de 4 a 5 metros de longitud surcaban este río para bajar los racimos de plátanos desde las plantaciones hasta los muelles de carga de Port Antonio. La actividad fue popularizada por los primeros turistas de la región, en particular el actor de Hollywood Errol Flynn, que organizaba carreras de balsas para deleite de sus famosos invitados.

No basta con ser capitán de balsa. Aunque pueden dirigir su larga y frágil embarcación por los meandros del río sin dificultad, la tarea requiere un gran entrenamiento y una excelente condición física (lo que justifica el precio bastante elevado de la excursión, ya que además del descenso, un ayudante tendrá que izar la balsa durante ¡4 horas!) Si está en pareja, no olvide intercambiar un beso de buena suerte en la Cala de los Enamorados, bautizada así en honor a Errol Flynn. Un poco kitsch, ¡pero divertido!

La experiencia. Las balsas están equipadas con un cómodo asiento corrido y la mayoría dispone de equipo de sonido (aunque puede pedir que apaguen la música). El paseo, que dura entre 2h30 y 3h, transcurre en un entorno salvaje y suntuoso de vegetación tropical, en un profundo silencio salpicado por el canto de los pájaros. Deténgase a nadar y tómese su tiempo La opción de almuerzo incluye una barbacoa preparada por las mujeres del pueblo a orillas del río (recomendado).

Consejo. Elija el descenso corto o largo, según sus preferencias y presupuesto. Desde 2023, las autoridades han fijado precios oficiales para combatir a los capitanes no oficiales (y, por tanto, ilegales). Las entradas se pagan en la oficina de Rafter Rest (abajo), donde se deja el coche, o en Berrydale, en la cima de una carretera serpenteante donde se embarca. Si no tiene coche, las excursiones ofrecen recogida en el hotel, pero es caro. Otra opción es negociar un taxi local hasta Berridale. En temporada alta, hay que reservar con antelación, ya que los capitanes están muy ocupados