LA TUMBA DEL REY KONGMIN

Como antigua ciudad real y capital de diferentes reinos, Kaesong y su territorio albergan muchas tumbas tradicionales, principescas y reales. La tumba del siglo XIV del rey Kongmin es una de las más visitadas. El complejo incluye dos tumbas, la del 31º rey de la dinastía Koryo, el rey Kongmin, y la de su esposa la princesa Noguk, de origen mongol. La construcción comenzó con la muerte de la reina en la década de 1360, y duró unos diez años en un lugar elegido por astrólogos y matemáticos para su feng shui. Kongmin y su esposa están enterrados bajo una especie de montículo de granito cubierto de hierba (hyonrung), cuya base está rodeada de grandes bloques de piedra. A su alrededor se encuentran estatuas de tigres, símbolo de nobleza, fuerza y grandeza, así como estatuas de ovejas para la bondad y la dulzura. Las tumbas permanecieron intactas hasta 1905, cuando fueron saqueadas por soldados japoneses. El ataúd del Rey es el único elemento que se conserva en Corea del Norte, concretamente en el Museo Koryo de Kaesong.

La tumba fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2013.