CATEDRAL DE COLONIA

Se puede ver desde casi todos los puntos del centro de la ciudad y sus alrededores: la magnífica catedral de Colonia cuelga sobre los tejados y las chimeneas de la ciudad. No sólo se utiliza como punto de orientación, sino que también es motivo de orgullo para los habitantes de Colonia. La gigantesca torre de la catedral ha dominado el panorama de la ciudad desde su finalización en 1880. Hoy en día, la catedral sigue siendo el segundo edificio más alto de Colonia después de la torre de telecomunicaciones. La catedral tiene 145 m de largo y la nave transversal 86 m. En comparación, un campo de fútbol es "sólo" 100 metros por 70 metros. La superficie total de la catedral es de casi 8.000 metros cuadrados y puede albergar a más de 20.000 personas.

La construcción

La primera piedra de la catedral gótica fue colocada el 15 de agosto de 1248, con motivo de la celebración de la Asunción de la Virgen María. La antigua catedral ya no era lo suficientemente grande para albergar los restos de los tres sabios, que el arzobispo Rainald von Dassel devolvió a la ciudad en 1164, tras la conquista de Milán. Estas reliquias han hecho de la catedral uno de los destinos de peregrinación más importantes de Europa. A principios del siglo XVI, la construcción fue detenida, en parte por falta de dinero, en parte por falta de interés. En esta etapa, el coro, la parte inferior de la torre sur con su campanario, la nave larga y la nave transversal se completan a los arcos inferiores. La torre norte era casi inexistente. Durante más de 300 años, el panorama de la ciudad estuvo dominado por una enorme grúa de construcción cerca de la todavía incompleta torre sur. A principios del siglo XIX, los partidarios del movimiento romántico alemán despertaron el interés del público por la finalización de la catedral a través de su entusiasmo por la Edad Media. La continuación y terminación del edificio fue un asunto de interés nacional para los alemanes. En 1842, el rey Federico Guillermo IV colocó la primera piedra de una nueva construcción. La catedral fue terminada en 1880, de acuerdo con el plan de la Edad Media, en un tiempo récord de sólo 38 años. La catedral de Colonia, aunque muy dañada, sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial a pesar de los bombardeos prolongados. Hoy en día, las mayores amenazas para la catedral son las influencias meteorológicas y medioambientales. Más de 80 canteros, vidrieros, techadores y otros especialistas trabajan constantemente en el mantenimiento y la restauración del edificio.

El interior

La masa de piedra parece elevarse casi ingrávidamente hasta los 43 m de altura de los arcos de tipo marquesina. La estrecha nave principal que conduce al coro está acompañada de dos naves laterales. En la nave lateral norte, la luz brilla a través de cinco espectaculares vanos de cristal, resultado de los últimos años de pintura sobre vidrio de Colonia (1507-1509). En 2007, Gerhard Richter, un artista residente en Colonia, creó un concepto de iluminación completamente nuevo en la nave sur de la catedral, manteniendo los códigos de los maestros de obras de la Edad Media.

Al fondo, el gran coro con el coro ambulatorio, uno de los santuarios más bellos del mundo occidental. Con sus 104 puestos es el más grande de Alemania. Las pinturas del coro se añadieron hacia 1340. Arriba, verás las esculturas más antiguas en los pilares del coro de Jesús, María y los 12 apóstoles. Además de la adoración de los Reyes Magos, el círculo completo de miradores en el piso superior de la nave central representa 48 figuras reales adicionales. Detrás del altar mayor se levanta el santuario de los tres reyes. Las reliquias de Gaspard, Melchor y Baltasar, los santos patronos de la ciudad de Colonia, se encuentran aquí junto a las reliquias de los santos Félix y Nabor y San Gregorio de Spoleto. Esta impresionante artesanía medieval de oro supera a todos los demás santuarios en el mundo occidental en términos de tamaño y grandeza. De camino al coro ambulatorio, pasas por debajo del desván del órgano. El crucifijo de Gero cuelga en la capilla y es la escultura más grande que queda del Cristo crucificado a este lado de los Alpes. La ventana más antigua de la catedral (que data de aproximadamente 1260) sigue en su posición original en la Capilla del Eje (Capilla de los Reyes Magos). Muestra escenas del Nuevo y Antiguo Testamento en dos filas paralelas. Otra gran obra de arte se encuentra en el coro de la Capilla de María. Se trata de un tríptico pintado por Stefan Lochner para la capilla del Ayuntamiento, que representa a los santos de la ciudad, a saber, los tres reyes santos, Santa Úrsula y Santa Gerón y sus compañeros mártires.

El tesoro de la catedral

En la cripta del sacristán medieval, el tesoro de la catedral alberga una rica colección de tesoros de la iglesia del siglo IV. Las obras de arte del tesoro están hechas de oro, plata, bronce y marfil e incluyen reliquias sagradas, objetos litúrgicos, textiles, insignias del arzobispo, esculturas medievales y tumbas franconias.

La Torre Sur

La plataforma de la torre sur de la catedral de Colonia ofrece una vista impresionante desde una altura de unos 100 m. Para disfrutar de la vista de la ciudad y del Rin, primero hay que subir los 533 escalones. Cuando el tiempo lo permite, es posible ver hasta las colinas de Siebengebirge. El ascenso de las escaleras lleva a los visitantes más allá de la campana. Entre las ocho campanas de la catedral, la campana de San Pedro es la campana más grande del mundo, con un peso de 24 toneladas.

Hay varias maneras de descubrir la catedral: desde la plaza, a la luz del día, te sorprenderá la oscura y amplia fachada cuyas torres parecen querer tocar el cielo. O por la noche, cuando llegas a Colonia, al final de la estación. Es difícil describir la extrañeza que surge del monumento en ese momento, tanto por su ubicación casi incongruente como por el efecto causado por los reflejos verdes de la piedra negra. La joya de Colonia es sin duda su catedral. Con una altura de 157 m, está clasificado como patrimonio cultural de la humanidad. La catedral de Colonia sigue siendo hoy en día un testimonio de la fuerza y persistencia de la fe cristiana en Europa.