BAUHAUS-MUSEO DE WEIMAR
1919-1925: seis años para revolucionar el mundo de la arquitectura y el diseño. La influencia sigue siendo palpable hoy en día, en todo el mundo, desde la simple silla de oficina hasta los edificios de la ONU en Nueva York. En abril de 1919, Weimar vio nacer la escuela de la Bauhaus, bajo la dirección de un arquitecto, Walter Gropius, que, al parecer, no sabía dibujar. ¿La idea? Hacer que la arquitectura y los objetos cotidianos sean más funcionales. Weimar, un seguidor del clasicismo, todavía bajo la influencia de Schiller y Goethe, vio a estos artistas con ideas comunistas, anarquistas y de retorno a la naturaleza llegar bajo una mirada más que sospechosa. Un choque cultural, la experimentación y la audacia serán las palabras clave de la escuela pública de la Bauhaus, que dará lugar a una verdadera revolución arquitectónica. Después de la Primera Guerra Mundial, Alemania murió desangrada, arruinada y arrodillada. Los artistas de la Bauhaus querían construir objetos y casas funcionales y baratas. En 1925, las subvenciones de la escuela de la Bauhaus fueron recortadas por los nacionalistas de derecha gobernantes. La escuela, expulsada, se trasladó a la ciudad de Dessau.
En 2019, la apertura de este nuevo museo marca el centenario de la Bauhaus. Este gran edificio reúne todos los objetos de la vida cotidiana, fruto de estas ideas revolucionarias. Salas muy amplias evocan la historia de este movimiento artístico. Estos objetos, que uno podría pensar que fueron diseñados ayer, fascinan.