IGLESIA SAN FRANCISCO DE CASTRO
Iglesia católica en Castro con numerosas esculturas de santos y un Cristo vestido con una larga toga roja y blanca.
Diseñada según los planos del arquitecto italiano Eduardo Provasoli, esta iglesia católica fue construida por primera vez por los jesuitas en 1711. Luego, debido a los numerosos incendios, los caprichos del tiempo y otros terremotos, fue reconstruido varias veces. Su estructura actual se remonta a 1910 y es ahora un Patrimonio de la Humanidad. Fue hecho con esencias locales y según la tradición de la escuela chilena heredada de los misioneros jesuitas. Totalmente de madera, sin clavos ni otros elementos de hierro, tiene una impresionante carpintería y ebanistería (52 m de largo y 27 m de ancho). En el pasado, solía tener colores malva y marrón claro (lo cual era un poco sorprendente) y desde 2012, se le ha dado un nuevo aspecto y ahora tiene colores brillantes: ¡amarillo y rosa! Dentro, a la izquierda, una soberbia escultura de madera representa la justicia que vence al Arcángel del Mal con su espada redentora. La iglesia alberga muchas esculturas de santos como San Antonio de Padua, protector de los pobres, o de santos chilenos como Alberto Hurtado Cauchaga o Santa Teresa del Niño Jesús de los Andes, la primera santa chilena, que murió a los 20 años. Sobre todo, podemos admirar un magnífico retablo que representa a un Cristo vestido con una larga toga roja y blanca. La huella del reino español se mide por el número de lirios rojos y blancos que lo adornan.
De l'extérieur, elle ressemble à une église en carton, ses couleurs sont étonnantes.
De l'intérieur, c'est un véritable bijoux, toutbde bois, elle est magnifique.