LOS VIKINGOS
leer másUna propuesta cuando menos original: si los barcos vikingos hubieran llegado a las costas chilenas, sus ocupantes habrían montado sin duda una taberna como ésta En un ambiente sofisticado dominado por cascos, espadas, lanzas y escudos, uno se acomoda en los elaborados asientos de cuero antes de examinar vorazmente la carta. El menú consiste principalmente en carnes a la parrilla (entrecot, costillitas y una hamburguesa Thor), pero también una paella muy buena. Todo ello regado con una cerveza bien fría
LAS VACAS GORDAS
leer másUn muy buen restaurante de carne con una relación calidad-precio bastante excitante. Las brasas son deliciosas (pregunte por el lomo vetado de Wagyu), pero los mariscos (por ejemplo los camarones ecuatorianos) y los risottos nos dejaron buenos recuerdos. Aunque es popular, la dirección no es una de esas "trampas para turistas" en las que te atenderán mal y no serán bienvenidos, sino todo lo contrario: los camareros son encantadores y amables y algunos de ellos podrán traducir el mapa al inglés para ti.
CUEROVACA
leer másUna dirección para los amantes de la carne, ya que es uno de los mejores restaurantes de carne de Santiago. Si cruzas el umbral de su puerta, no dejes de descubrir las pocas exclusivas de esta dirección: las ovejas de las Malvinas, el buey de Hereford o el wagyu (buey de Kobe de Japón), ¡es exótico, tienes que admitirlo! A la carta, también encontrará platos de pescado y marisco. Atmósfera urbana contemporánea para esta excelente mesa, cuya carta de vinos no demerita de ninguna manera. Recomendado.
EL FOGON DE MOMO
leer más¡Vegetarianos, corran! Este auténtico bistrot da lugar a carnes tiernas y fundidas en la boca. Chile ya no tiene nada que envidiar a su vecino argentino. La atención está en el plato, pero también en el servicio, especialmente en las cebollas pequeñas: tendrás exactamente la cocina que quieres, todo servido con una sonrisa y profesionalidad. En el menú: salchichas de ciervo, chorizo bife, pollo pechuga, brochetas de carne... El dueño está acostumbrado a pasar entre las mesas para charlar con sus clientes, ¡el ambiente es muy amigable!