En las calles de M'hamid, las puertas han conservado su color. Paseamos por los polvorientos callejones donde el encanto y la autenticidad se invitan entre las viejas piedras de adobe. En la calle principal, las señales están pintadas a mano y los camiones rebosan de sandías o eslalon de heno entre los niños que juegan. Cada año, el pueblo cobra vida durante la Fiesta Nómada, reviviendo sus orígenes con la música
Un favorito para M'hamid, un pueblo nómada
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