MONASTERIO DE TVRDOŠ (MANASTIR TVRDOŠ – МАНАСТИР ТВРДОШ)

Dedicado al Tránsito de María, es el monasterio más importante de la Iglesia ortodoxa serbia en el país. Cuenta con una comunidad de monjes y está construido sobre las rocas, dominando el río Trebišnjica. Debe su nombre a su reputación de plaza dura (tvrdoš en las lenguas eslavas locales) e inexpugnable. Es uno de los monasterios más antiguos del cristianismo y la sede actual de la diócesis serbia de Zahumlje-Herzegovina, que cubre en parte la actual Herzegovina.

Historia – Se fundó en el siglo XVI, tras la llegada de los eslavos a los Balcanes, sobre la ubicación de una basílica bizantina del siglo IV erigida bajo el reinado de Constantino. Los restos de esta iglesia de tres naves (paredes, frescos) han salido a la luz recientemente gracias a los arqueólogos. El monasterio experimentó un gran desarrollo a partir del siglo XIII bajo el reinado del rey serbio Esteban Milutin y, sobre todo, en el siglo XVI. Sin duda, el gran pintor de Kotor, Lovro Dobričević, pintó los frescos en 1517. Aquí se alojó Basilio de Ostrog (1610-1671), santo serbio que fue arzobispo metropolitano de Herzegovina. Lamentablemente, no queda nada de ese período. En efecto, el edificio ha sufrido numerosos daños. Primero, debido a un terremoto a principios del siglo XVII. Posteriormente, el monasterio se vio perjudicado durante la invasión otomana, antes de ser completamente destruido por los venecianos en 1694. El conjunto de iconos, reliquias y obras de arte del lugar fue desplazado al monasterio de Savina de Herceg-Novi (hoy en Montenegro), donde permanecen hasta la fecha. Reconstruido a partir del siglo XVIII, las obras se completaron en 1924. A pesar de sus sólidas fortificaciones, sufrió daños severos durante la Segunda Guerra Mundial y después durante el conflicto yugoslavo de la década de 1990.

Visita – A pesar de su actual aspecto, el complejo sigue siendo un testimonio importante de la historia serbia y cristiana en los Balcanes. Sigue acogiendo la reliquia (una mano momificada) de santa Elena de Anjou (Sveta Jelena Anžujska), católica francesa convertida a la ortodoxia, nieta de Balduino II de Constantinopla, último emperador latino de Binzancio (1216-1219), y madre de los reyes serbios Dragutin (1276-1282) y Milutin (1282-1321). La comunidad monástica tiene a la venta recuerdos, iconos, miel y, sobre todo, su producción de vino, con una degustación, que dio un salto de calidad a partir de 2003. El monasterio forma parte de las etapas más apreciadas de la ruta de los Vinos de Herzegovina (véase recuadro al comienzo del capítulo).