MUSEO DE LA BATALLA DEL NERETVA (MUZEJ BITKA ZA RANJENIKE NA NERETVI)

Creado en 1978 con ocasión de la celebración de los 35 años de la batalla, el museo tiene como nombre oficial el de «Museo de la Batalla para los heridos del Neretva». El tema de los partisanos cruzando el puente con sus camaradas heridos aparece ya en el vestíbulo de entrada en dos cuadros de pintores diferentes y bajo el mismo título (El transporte de los heridos) y una reconstitución a tamaño natural de un carro utilizado para transportar a los heridos. Esta primera parte, dedicada a la gloria de Tito y de los partisanos, resulta bastante interesante. Por ejemplo, la maqueta reproduce el puente provisional instalado por la avanzadilla para cruzar el río del 7 al 8 de marzo de 1943.

Deterioro – Al principio ligada al Museo de Historia Nacional (Sarajevo), en 1997 el Estado prefirió desentenderse de esta institución de pasado molesto. Ahora podemos encontrar aquí la biblioteca municipal, así como una exposición sobre el folclore bosnio local, pero también, y eso es lo que plantea problemas, otra exposición dedicada al IV Cuerpo del Ejército de la República de Bosnia y Herzegovina, unidad que participó en la guerra de 1992-1995. De hecho, no se menciona nada de los acontecimientos reales que ocurrieron aquí durante el último conflicto. Porque fue precisamente en el edificio del museo, transformado en prisión, donde fueron detenidos y, para algunos, torturados, violados y asesinados los habitantes bosnio-croatas de Jablanica y de los alrededores capturados por los soldados bosnios en 1993. Sería de esperar la misma empatía por estas víctimas que por los héroes de la Segunda Guerra Mundial. O, cuando menos, alguna mención a dicha historia. Pues no, por el contrario, aquí se homenajea a los torturadores.

Puente de la batalla – El museo se encuentra al lado de la reconstrucción del puente ferroviario realizado en 1968 para la grabación de la película La batalla del Neretva, de Veljko Bulajić. Totalmente desplomado en el río, lleva así casi sesenta años, considerado como un auténtico monumento histórico. El puente original había sido construido en 1888 durante el período austrohúngaro. Destruido durante la batalla del Neretva a finales de febrero de 1943, se construyó uno nuevo en agosto de 1943 por orden del mando alemán, que fue destruido en 1968 por necesidades del rodaje. Pero como la toma no fue satisfactoria, se edificó otro puente, siempre siguiendo el mismo modelo, que es el que podemos contemplar hoy. Pero no es el que se ve en la película, porque finalmente se utilizó una reconstitución en miniatura de la explosión. Cerca del museo se extiende el parque conmemorativo dedicado a los partisanos, con la piedra que lleva la inscripción con la famosa frase atribuida a Tito: «Ranjenike ne smijemo ostaviti» («No debemos abandonar a los heridos»). Por último, frente al puente hay una antigua locomotora austrohúngara del tipo 73, así como el búnker utilizado por los chetniks para defender el paso del río en 1943.