CIUDAD TROGLODITA

Uplistsikhe es el atractivo principal de la región de Shida Kartli. Esta antigua ciudad troglodita tiene algo de sobrenatural. Sus vestigios de viviendas esculpidas en la roca dominan el curso del Kurá, en el extremo de un árido macizo que luego enfila sus acantilados de arenisca en dirección a Kaspi. Para ir, hay que adentrarse en el interior de la región de Gori, una zona árida y polvorienta.
Uplistsikhe, la ciudad de Dios, es uno de los asentamientos humanos más antiguos de todo el Cáucaso. Se desarrolló hacia el comienzo del primer milenio a. C., y alcanzó su apogeo entre el 600 a. C. y la conversión de Mtsjeta al cristianismo: era uno de los centros paganos de Kartli-Iberia. Sin embargo, la ciudad siguió siendo importante durante la Edad Media al estar situada en el centro la ruta de caravanas más importante entre Europa y Asia; cuando los árabes ocuparon Tiflis, los reyes de Kartli establecieron aquí su residencia. La ciudad comenzó a perder importancia en el siglo XII, cuando David el Reconstructor hizo de Tiflis la capital del reino. Después, los mongoles, Tamerlán y los terremotos asestaron severos golpes a Uplistsikhe, que, sin embargo, permaneció habitada hasta principios del siglo XX. Durante su época de apogeo medieval tuvo 20.000 habitantes, con diez hectáreas de viviendas repartidas en más de 700 cuevas.
Hoy Uplistsikhe es un museo; puede visitarla con los servicios de un guía, aunque si lo prefiere también puede recorrer por libre todo el emplazamiento. Quedan 150 cuevas en total. Subiendo a la Shida Kalaki (la «ciudad interior») desde el río, se llega primero al teatro más antiguo de Georgia, del que solo queda el escenario (sostenido por un pilar de hormigón); el resto se ha desplomado. Su cubierta octogonal estaba realizada según el modelo de las termas de Caracalla, en Roma. Continuando la ascensión se encontrará frente a la iglesia de Uplistsikhe, una basílica de los siglos IX y X magníficamente emplazada en medio de las cuevas. A sus pies está el antiguo templo pagano donde, según se dice, se practicaban sacrificios humanos. Subiendo en dirección a la iglesia, a la izquierda aparece la casa de la reina Tamar, Tamaris Dabarzi, que posiblemente fuera el palacio real de la ciudad; en su interior se conservan dos antiguas columnas. En el subsuelo se puede ver la cárcel, al lado de la antigua farmacia (los arqueólogos encontraron hierbas medicinales y pergaminos). Sobre esta sala, una cueva con cuatro columnas: era el templo del Sol en la época pagana. Sobre la iglesia se pueden ver los restos de canalizaciones de cerámica que abastecían de agua a la localidad desde una fuente situada unos kilómetros más arriba. Al bajar de nuevo hacia la entrada verá un túnel, que correspondería a la antigua puerta de la ciudad.