ODON

Situado a un tiro de piedra de la estación. Se puede llegar al centro de la ciudad en unos 20 minutos a pie (10 minutos en autobús). Hace unos años, esta dirección era una buena alternativa para los viajeros con bajo presupuesto. Hoy en día... los precios están por las nubes mientras que las instalaciones y servicios se han mantenido iguales. Las habitaciones están limpias pero las camas no son nuevas, las paredes no son muy gruesas. El Wifi es de mala calidad, especialmente si duermes en los pisos superiores. En cuanto al desayuno... ¡mejor prescindir de él! El personal, que habla inglés, es adorable.