Los más bellos edificios religiosos Ekaterinbourg (Екатеринбург)

Originalmente, y hasta 1977, este fue el hogar de Ipatiev. Fue en el sótano de esta casa donde el zar Nicolás II y su familia fueron asesinados la noche del 16 al 17 de julio de 1918. El asesinato fue ordenado por el hombre que se convertiría en un héroe comunista y daría su nombre a la ciudad: Yakov Sverdlovsk. La casa ya no existe. Se había convertido en un lugar de peregrinación en memoria de los Romanov. Esto exasperó tanto al poder soviético que en junio de 1975, Yuri Andropov, entonces jefe de la KGB, ordenó su destrucción. En el año 2000, se inició la construcción en el sitio de la antigua casa de Ipatiev para construir una catedral en honor de la familia real asesinada. Se llama "khram na Krovi", es decir, la Catedral del Derramamiento de Sangre. El nombre es evocador del culto dado a la familia real. La catedral alberga un monumento funerario dedicado a la familia real. El 16 de julio de 2003, aniversario del asesinato de la última familia zarista rusa, tuvo lugar la ceremonia oficial de apertura de la catedral.

Visita a la iglesia en el Sang-Versé. Empezamos la visita con la capilla inferior. Una pequeña cámara en el techo inferior reconstruye la decoración en la que tuvo lugar el arresto de la familia real. Los peregrinos rezan largamente frente al icono que representa la familia del zar. El candelabro reproduce la corona real. Muestra los últimos retratos y fotos de la casa de Ipatiev. Arriba, a la derecha, está el iconostasio frente al cual la zarina estaba rezando cuando le dispararon. También está el icono de San Serafín de Sarov, que había predicho 75 años antes la muerte de la familia imperial y la destrucción de Rusia. La escalera que lleva a la iglesia se llama "Escalera del Gólgota" porque tiene tantos escalones como los que la familia real tuvo que subir para llegar al lugar de su tormento. Por lo tanto, representa el calvario soportado por la familia real y simboliza su ascenso al estado de santidad. Así, la iglesia de arriba representa el triunfo de la familia sobre la masacre que fue perpetrada. Todo el simbolismo del templo recuerda la marcha de la familia real hacia el reino de los cielos y la santidad. Las peregrinaciones y las bodas son frecuentes. El interés por esta tragedia sigue siendo alto y se discute mucho sobre la autenticidad o no de los restos de los reyes encontrados en los alrededores de la ciudad, aunque las pruebas de ADN han sugerido que son auténticos.